Redacción – En estos días de diciembre abundan las celebraciones y la comida en exceso. Para los pacientes con cáncer es indispensable ser parte de esas fiestas y disfrutarlas al máximo mientras se cuidan para no sufrir ninguna complicación.
Es así como mantener ciertos hábitos como el ejercicio y patrones dietéticos son claves para alcanzar o mantener una buena situación de salud y restablecer o mejorar la calidad de vida como parte del tratamiento en un proceso oncológico.
Si bien, no todos los tumores producen problemas para comer y sus consecuencias, los que más lo producen son los tumores digestivos, cabeza y cuello y colon.
Los tumores hematológicos, no suelen producir desnutrición al diagnóstico, pero si a consecuencia de los tratamientos tan potentes que se administran.
“Sin duda el proceso de un paciente con cáncer desgasta su metabolismo, por lo que los especialistas recomendamos comer bien y animarse a encontrar ese espacio o momento del día de mayor disfrute de la comida. Incluso animarse a preparar sus comidas preferidas, sobre todo, aquellos días que no haya tratamiento en la clínica u hospital”, indicó la doctora, Meyryn Carrillo, especialista en nutrición oncológica del Centro Radioterapia Siglo XXI.
La mayoría de las guías nutricionales resaltan la importancia de un alto consumo de verduras, frutas y productos de granos enteros (integrales); de igual forma, se indica limitar la cantidad de carnes rojas, especialmente las carnes procesadas o que tienen un alto contenido de grasa, azúcar, alcohol y sal, así como mantener un peso saludable.
Según Carrillo hay que recordar también que la quimioterapia provoca alteraciones en la manera como perciben los pacientes los sabores, los olores y las texturas durante el tratamiento.
El proceso mecánico de comer puede ser complicado en algunos momentos del tratamiento, encontrando que los vómitos y la diarrea, o las heridas en la boca y la dificultad para tragar a causa de los efectos de los tratamientos oncológicos, son una de las principales causas de desnutrición.
Ante esta dificultad necesitan alimentos fáciles de digerir, con la recomendación de aumentar el número de comidas al día, ya que es mejor comer menos raciones, pero más veces al día, que raciones más cuantiosas o abundantes y pocas veces al día.
Por otro lado, el ejercicio y la actividad física tienen un efecto positivo en la capacidad cardiorrespiratoria y la calidad de vida, además de un factor de protección ante ciertos tipos de tumores, con altas evidencias científicas sobre el papel protector de la actividad física, por ejemplo, en los casos de cáncer de mama, entre otros.
“Hacer ejercicio y seguir una dieta equilibrada siempre es lo ideal, pero sobre todo en estos días de excesos, pueden hacer la diferencia para un paciente con cáncer y evitar cualquier emergencia como parte de su tratamiento”, finalizó la especialista.