- Esta experta brinda estos consejos debido a que ya casi viene Semana Santa y los pequeños pasarán más tiempo en casa
Redacción- Debido a la pandemia mundial de covid-19, muchos niño/as y adolescentes tuvieron que pasar más tiempo en sus casas, siendo algo fuera de lo normal, sin embargo, aunque ya este año se volvió a la presencialidad en las escuelas y colegios, no podemos dejar de lado seguir construyendo un entorno seguro en el hogar y más que ahorita viene Semana Santa y los hijo/as volverán a estar más tiempo en las casas.
No obstante, también se tiene que cuidar que el entorno de la comunidad, barrio, espacios de juego, iglesias o hasta las instituciones con que ellos y ellas se relacionan sean seguras.
Como explica la experta Lic. Arantxa León Carvajal, psicóloga de World Vision Costa Rica, un entorno seguro es un espacio de interacción positivo, libre de violencia, en que las personas menores de edad se desenvuelven fácil e inclusivamente con sus pares y otras personas.
Para la experta, estos espacios generan confianza y apropiación para resguardar a las personas menores de edad de situaciones que podrían implicar abuso o negligencia.
En este sentido Arantxa León, plantea tres recomendaciones clave para que las madres, padres de familia o personas cuidadoras puedan crear espacios seguros para la niñez y los adolescentes en sus propios hogares:
- 1- Abra las vías de comunicación: es importante generar espacios para escuchar a sus hijas e hijos atentamente y sin juzgarles. Si esta tarea se les dificulta, intente transformar esta interacción en un juego que estimule a las personas menores de edad a hablar abiertamente. Otra técnica es definir un día para escribir e intercambiar cartas para contarse entre los miembros de la familia lo que hicieron durante la semana y compartir palabras afectuosas entre ellos.
- 2- Haga de su casa un refugio: Ciertamente, en ocasiones los días como madres, padres de familia o personas cuidadoras pueden resultar difíciles; lo mismo le sucede a las hijas e hijos. Es importante asegurarse de que la casa sea un lugar seguro en donde las personas menores de edad puedan refugiarse de situaciones hostiles que pueden estar viviendo en sus escuelas, en el barrio, o en la localidad donde se desenvuelven. Para ello, es importante que sientan su casa propia como un sitio seguro para ellos y ellas. Para estimular esta visión los adultos pueden impulsar en casa el desarrollo de actividades artísticas como la pintura, el teatro, la danza o la escritura que les permitan expresar aquello que les preocupa. A través de estas dinámicas, es posible crear un escudo familiar protector en su propio entorno. Un ejemplo sería compartir durante la realización de una obra y ubicarla en algún lugar visible de la casa.
- 3- Procure un entorno digital seguro: Siempre es conveniente conocer el mundo digital en que se desenvuelven los hijos e hijas, sin embargo, este acercamiento no debería entrar desde la censura y el reproche sino a través del conocimiento y la participación en el tipo de consumo digital que ellos y ellas hacen. El conocer y acompañar lo que los niños, niñas y adolescentes hacen en línea es fundamental para su seguridad personal. Siéntese a su lado cuando están jugando videojuegos y pídales que le enseñen a jugarlo, tómese fotos con filtros divertidos para sus redes sociales o simplemente vean juntos los videos que más les gustan. Si bien debe existir un control en el contenido al que acceden, también la clave es no juzgar, sino enseñarles a protegerse en el mundo digital y aplicar criterios que les permitan determinar qué es mejor para ellos y ellas.
Para Arantxa León, seguir estos tres consejos puede ser de gran utilidad para crear entornos más seguros para la niñez y la adolescencia.