La aparición de una mortífera droga en el mundo que ya mata a cientos de personas cada día, nos pone en aviso de que en nuestro país debemos comenzar a enfrentar esta nueva amenaza conocida como la “droga zombie”.
Nos referimos al fentanilo, el poderoso opioide cien veces más potente que la morfina, cuyo consumo desenfrenado ya causa estragos en los Estados Unidos, México y Europa.
Las alertas mundial se prendieron hace meses; sin embargo, pareciera que en Costa Rica las autoridades competentes están a la espera de que comiencen a aparecer las primeras víctimas, para referirse a este tema y tomar acciones.
La super potencia, Estados Unidos, se ha visto golpeada por el alto consumo del fentanilo. Los muertos se cuentan por millares y ya hay sitios tomados completamente por humanos que parecen zombies por las calles.
Esta droga sintética proviene de la amapola y fue creado para usos médicos en pacientes en etapas finales que requieren de narcóticos más fuertes que la morfina para calmar los dolores.
No obstante, los estados de euforia y felicidad que -en dosis mayores- causa esta droga en las personas, hizo que los narcotraficantes comenzaran a mezclarla con heroína, metanfetaminas, cocaína y otras más, con el fin de generar más adición y aumentar su clientela.
Estados Unidos, por ejemplo, anunció este martes un plan para combatir el consumo y tráfico de fentanilo (adulterado con xilacina, un potente sedante para animales) e incluso ya se trabaja en la creación de nuevas leyes para castigar el consumo y su venta.
Además, se trabaja en proyectos que buscan desmantelar las redes que mueven este peligroso narcótico y sus finanzas.
Pero mientras todo esto sucede, en Costa Rica seguimos prácticamente de brazos cruzados, sin una campaña de prevención antes de que ese monstruo nos ataque a nosotros también.
En el país las autoridades ya registran casos de sobredosis por fentanilo, pero estamos -lamentablemente- muy cerca de que esa moda “gringa” la copien nuestros jóvenes sin antes, tener la información que se requiere.
En la Asamblea Legislativa, el Ministerio de Salud y la policía deben comenzar a trabajar en este tema tan delicado. Darle la espalda es un gran error.
Ojalá y no sea tarde.