La disminución en la información auditiva que llega al cerebro hace que a éste “se le olvide cómo escuchar».
Cuando se alcanza una mayor concentración y atención alos sonidos que nos rodean a travésde la estimulación auditiva y de las percepciones sensoriales asociadas, podemos ayudar a la actividad cerebral, evitando así un envejecimiento temprano por falta de ejercicio según nos indica la Dra. Silvia Bonilla. Máster en Audiología.
El oído es un transmisor del sonido, su principal función es conducir el sonido desde el exterior hasta las partes más altas del cerebro para que éste pueda interpretar lo que estamos escuchando; cuando el sonido llega al cerebro es cuando en realidad escuchamos, en otras palabras, escuchamos con el cerebro.
El cerebro es el encargado de analizar, localizar y memorizar los sonidos que percibimos y de esa manera podemos detectar, identificar y ubicar las fuentes sonoras.
Cuando escuchamos sonidos, el oído capta la señal conduciéndola y transformándola de ondas sonoras a señales eléctricas que el cerebro puede reconocer y comprender. De la misma manera, cuando se presenta un problema en la percepción auditiva el cerebro tiene problemas para interpretar la información y es en ése momento en que pueden haber confusiones con la información que se recibe y a la persona portadora de la alteración auditiva se le dificulta entender lo que le dicen.
“Estudios recientes en la universidad de Pensilvania en Estados Unidos han determinado que el cerebro puede reducir su tamaño a causa de la falta de estimulación auditiva”.
Un estudio reciente de la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos determinó que el cerebro puede reducir su tamaño a causa de la falta de estimulación auditiva, como consecuencia, se incrementa el esfuerzo necesario para escuchar que deben realizar las personas con alteraciones en la audición para comprender el habla correctamente. Al no recibir estimulación auditiva el cerebro deja de procesar información y de cierta manera deja de ejercitarse, haciéndose más pequeño.
La estimulación auditiva es importante no solo para conservar la audición, sino también para detener el deterioro degenerativo del cerebro por falta de estimulación. Con la vejez, la audición va disminuyendo y poco a poco se presenta mayor dificultad para las personas a la hora de mantener conversaciones, por lo que se hace necesario en ocasiones la utilización de audífonos que puedan ayudar a incrementar la estimulación auditiva para que las personas se puedan comunicar mejor y el cerebro continúe “activo auditivamente”, analizando y procesando información acústica.
Recomendaciones para la estimulación auditiva del cerebro.
Una valoración auditiva anual es importante para detectar a tiempo trastornos en la audición que puedan perjudicar y deteriorar, no solo la percepción auditiva y la comunicación oral sino también el procesamiento auditivo en el cerebro.
Acudir a un Audiólogo, en el momento en que se detecten problemas para oír o para entender el habla.
Si tiene dificultad para escuchar y entender, los audífonos le ayudarán cuando una persona le habla y a detectar sonidos, que probablemente no esté percibiendo por la falta de estimulación. Actualmente existen audífonos discretos y avanzados en tecnología que se adaptan a todas las necesidades de uso y a los diferentes ambientes en los que nos desenvolvemos.
Hay que tomar en consideración que entre más tiempo se pase sin estimulación auditiva, mayor dificultad se presentará a la hora de iniciar la rehabilitación auditiva necesaria, haciendo el proceso de adaptación y reentrenamiento auditivo más lento.