- Costa Rica deja de recibir cerca de 26 millones de dólares por año por esta actividad
Redacción – Un estudio realizado por Total Research Network, revela que, en Costa Rica durante el 2023, cuatro de cada 10 cigarrillos que se consumen en Costa Rica son de origen ilícito y no cumplen con la normativa establecida por ley, llegando a exponer que nuestro país aún no logra contener este mercado negro.
En los últimos tres meses del año anterior, el 40,3% de los cigarrillos que se comercializaron en el país fueron de contrabando o falsificados, e incumplieron con regulaciones como las advertencias de salud que son obligatorias para todos los productos de tabaco que se vendan en Costa Rica.
El estudio muestra que el problema se ha consolidado en el país, pues apenas varió durante todo el año. Por ejemplo, a finales de 2022 los cigarrillos de contrabando representaban el 42,0% del mercado; en el segundo trimestre de 2023 la cifra subió al 44,6%, mientras que para finales del año se situó en el 40,3%.
Este estudio arrojó además cómo las provincias de Puntarenas (57,5%), Cartago (49,2%) y Heredia (43,3%) son las más afectadas por el comercio ilegal de tabaco. Asimismo, la marca de contrabando más consumida en el país es Gold City, con un 24,4% del mercado, siendo a su vez la segunda más importante del país a nivel general.
En 2023 también se registró la llegada de una nueva marca de cigarrillos de contrabando en el país, llamada Indigo, que en cuestión de seis meses se convirtió en la segunda marca ilegal más consumida (solo superada por Gold City) y la quinta más popular en general.
Cada medición del estudio se realiza a través de la recolección aleatoria de 4.000 colillas de cigarro y 2.000 cajetillas durante un lapso de diez días en las calles de 31 cantones, que representan el 70% de la población del país.
El consumo de cigarrillos no regulados conlleva serias afectaciones tanto a nivel de salud como a nivel fiscal. En términos de salud, estos cigarrillos suelen estar fabricados con ingredientes de baja calidad y en condiciones no sanitarias, lo que aumenta el riesgo de enfermedades pulmonares, cardiovasculares y cáncer»
A nivel país, el contrabando de cigarrillos representa una pérdida significativa de ingresos fiscales, ya que estos productos no están sujetos a los impuestos y regulaciones establecidas por el gobierno, lo que tiene un peso mayor en las finanzas públicas porque los productos de tabaco están entre los que mayor carga impositiva tienen.
Según Cid Gallup Latinoamérica, Costa Rica deja de recibir cerca de 26 millones de dólares por año por esta actividad delictiva. Además, desde que se aprobó la Ley General de Control del Tabaco, en 2012, que estableció un impuesto específico de 20 colones por cada cigarrillo, se estima que el comercio ilícito de este producto creció un 16%.