Redacción – La Fiscalía Adjunta de Heredia demostró que un hombre de apellidos Murillo Esquivel es responsable de cometer los delitos de violación, abuso sexual, corrupción de persona menor de edad y fabricación, producción o reproducción de material pornográfico. Por esa razón, ayer fue sentenciado a 180 años de cárcel.
La pena fue readecuada por el Tribunal Penal de la localidad a 50 años, por ser la máxima según la legislación costarricense.
De acuerdo con la acusación, los hechos ocurrieron del 23 de julio del 2017 al 30 de agosto del 2023, cuando la ofendida tenía entre siete y 13 años.
Según la prueba aportada, para ese momento, el imputado era el padrastro de la niña, por lo que vivían en la misma casa, en Santo Domingo de Heredia. El Ministerio Público estableció que Murillo aprovechó la cercanía con la víctima, para cometer las agresiones sexuales.
Con la evidencia aportada por el representante fiscal, también se logró acreditar que, en varias ocasiones, el hombre amenazó a la víctima.