Redacción – Franklin Chang Díaz, astronauta costarricense que trabaja actualmente en desarrollar el motor de plasma, dio nuevos detalles de cómo avanza el proyecto que se está desarrollando en Guanacaste.

Chang señaló a Teletica.com que “Todavía faltan unos años, pero no estamos tan lejos como estábamos antes. Ya, por lo menos, la costa se ve desde acá y vemos que pronto estaremos volando y probándolo en el espacio, ha sido un esfuerzo muy, muy constante, de muchos años”, aseveró.

El prototipo del motor Variable Specific Impulse Magnetoplasma Rocket  (VASIMR), ha superado con éxito las pruebas de corta duración y ahora se “dispara” en periodos más extensos para prevenir cualquier situación que afecte el funcionamiento.

“Antes, solo disparábamos el motor por un minuto, tal vez un par de minutos, para asegurarnos que todo funcionaba; ahora lo estamos disparando por periodos de varios días, constantemente, para entender el comportamiento a largo plazo: que el motor no se sobrecaliente, que no tenga fallas después de la larga duración”, explicó a dicho medio.

El costarricense comentó que este primer prototipo se está construyendo para que sea lanzado al espacio, por lo que en la actualidad se le realizan una gran cantidad de pruebas.

“Esas pruebas las estamos haciendo este año y el año entrante, y luego empezamos a diseñar y construir un motor que sí puede volar al espacio. Ese nuevo paso es el que estamos ahora contemplando, y consideramos que en unos tres o cuatro años tengamos esa oportunidad de volarlo”, dijo el fundador de Ad Astra Rocket.

“Acabamos de recibir un contrato de la NASA; son contratos pequeños, pero son contratos que van armando los pedacitos del motor que sí volaría al espacio. Entonces, yo diría que en un par de años tendríamos la mayoría de esos contratos ya firmados y, como le digo, después de unos tres o cuatro años, podríamos contemplar hacer un vuelo de prueba en el espacio”, citó.

Franklin Chang expresó de forma enérgica que en el fututo el motor de plasma “van a ser aún más potentes, alimentados con energía nuclear, no energía solar, como los camiones que van a la Luna. Esa energía nuclear va a darle mucha más potencia y los motores van a alimentar naves mucho más grandes, que van a ir a Marte, a velocidades más altas que las que se pueden obtener hoy, para llegar en dos o tres meses, en lugar de ocho o nueve meses, que es lo que se tarda.

“Acortar el tiempo de ese vuelo a Marte es muy importante para los astronautas porque pasar ocho o nueve meses en ingravidez, en la trayectoria de la Tierra a Marte, siendo sometidos a la radiación solar y un montón de problemas, es muy complicado para el ser humano. Queremos que estos vuelos sean mucho más cortos, mucho más rápidos”, culminó diciendo al medio mencionado anteriormente.

Se espera que, con la puesta en funcionamiento de este avance científico, se pueda realizar viajes espaciales de forma más rápida y más económica.