Redacción-La trascendencia de las pruebas de bachillerato y admisión a las universidades públicas es tan grande, que traen estrés y ansiedad tanto en el momento de su realización, como cuando se conocen sus resultados, por lo que significan para la vida presente y futura.
Para quienes los resultados no sean favorables, los profesionales en Orientación recomiendan no desesperar, ni entrar en depresión, sino más bien comenzar a prepararse desde ya para las siguientes pruebas y explorar otras posibilidades.
Pero no todo está perdido, quien repruebe estas pruebas no debe rendirse.
Aunque es una dura experiencia, debe reponerse y asumir el reto de ganarlas en la próxima ocasión. Para ello debe considerar las siguientes recomendaciones:
- Revise cuidadosamente el examen perdido y analice las preguntas que respondió de forma errónea.
- Antes de que salgan las clases busque al profesor de esa materia en el colegio y consúltele sobre el error cometido a la hora de responder cada pregunta.
- Recolecte prácticas.
- Realice los trámites necesarios para aplicar la prueba de nuevo en la fecha más pronta posible.
- Póngase a estudiar la materia de manera ordenada y de forma inmediata. Revise la lista de temas de la materia perdida y haga un cronograma de estudio y repaso de cada uno.
- No estudie sólo, busque acompañamiento, preferiblemente de un docente de esa materia.
- Si hace la prueba y la vuelve a perder, continúe con su esfuerzo hasta aprobarla.
- Valore otras alternativas de formación que no tengan como requisito el Bachillerato en Educación Media y aproveche así al máximo su tiempo. Buenos ejemplos son estudiar un idioma y mejorar las habilidades en computación.
Los padres y madres de familia deben conversar con su hijo o hija y promover un compromiso serio y sostenido de su parte con el estudio.
Los reproches y regaños a esta altura de la situación, solamente desgastan la relación y crean un ambiente inadecuado para el estudio.