Redacción – La oposición siria acusó este martes al régimen de Bashar al Assad de cometer un ataque «químico» en el que murieron al menos 58 civiles en un bastión rebelde en el noroeste de Siria.
Al menos 11 niños figuran entre las víctimas del bombardeo en Jan Sheijun, en la provincia de Idlib. Decenas más sufrían problemas respiratorios y otros síntomas.
El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) afirmó que los civiles murieron por asfixia, aunque dijo desconocer de qué tipo de gas se trataba.
El balance fue agravándose durante la mañana conforme nuevas víctimas, todas civiles, morían «tras ser trasladadas a los hospitales», precisó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH.
La Coalición Nacional, una de las mayores organizaciones de la oposición siria, acusó al «régimen criminal de Bashar» de ser responsable del bombardeo con «obuses con gas químico» y pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que «convoque una reunión urgente tras este crimen y abra una investigación inmediata».
A mediodía, el régimen no se había pronunciado aún al respecto.
El OSDH indicó que, según fuentes médicas en el terreno, se habían producido desmayos, vómitos y las víctimas echaban espuma por la boca. Decenas de personas más sufrían problemas respiratorios y otros síntomas.
La organización basada en Gran Bretaña, que cuenta con una vasta red de fuentes en Siria, no pudo decir si los bombardeos provenían de aviones del ejército sirio o rusos, aliados del régimen.