Redacción-¿Costa Rica es un país de “talla grande”? La respuesta es afirmativa y los números confirman esta dura realidad que va en aumento.
Según el trabajo “Tendencias del Índice de Masa Corporal en Costa Rica de 1975 a 2014” elaborado por los doctores Ronald Evans y José Pérez Fallas de la Unidad de Investigación de la Universidad Hispanoamericana (UH) el sobrepeso y la obesidad grados 1 y 2 se han disparado contribuyendo decisivamente a que el primer lugar de causa de muerte y de carga de la enfermedad sean los padecimientos crónicos no transmisibles.
Entre ellos tenemos el infarto al miocardio, la hipertensión arterial, alta glucosa plasmática, los tumores malignos, entre otros.
Para este análisis, los investigadores revisaron varias fuentes entre las que se destacada un estudio sobre la evolución del IMC a nivel global realizado por el Dr. Majid Ezzati de la Escuela de Salud Pública, Imperial College de Londres, el cual incluyó a 200 países, una muestra de 19.200 personas mayores de 18 años y de ambos sexos.
En el caso concreto de Costa Rica, los expertos antes mencionados encontraron a nivel de peso normal (IMC de 20 kg/m2 y 25 kg/m2) un importante descenso.En 1975 la tendencia para ambos sexos era un 50.7 % de la población. Desafortunadamente, la cifra fue descendiendo de 4 a 5 % por cada década.
En 2014, se ubicó en un 34.4 %, es decir, en 40 años el porcentaje de ticos con un peso normal y sano descendió un 32,1%. Las cifras son más preocupantes en el grupo de mujeres.
En 1975 un 47.9 % de las féminas estaban en un peso normal y para el 2014 la cifra se redujo en un 32.1 %, una reducción de porcentual de 32,9 %%. Mientras que los hombres solo descendieron un 31.5 %.
En el caso del sobrepeso que se contempló un IMC de 25 kg/m2 y < 30 kg/m2, los varones registraron el mayor aumento. En el año 1975 se registró un 24.5 %, una cifra que fue aumentando hasta llegar al 2014 con un 39.3 %.
Un crecimiento de 60,9 %, la cual es el doble que lo anotado en las mujeres (29,9). En términos de ambos sexos el incremento fue de 24.9 % al 36.1 %. (51.4 % de aumento) La obesidad tipo 1 ((IMC de 30 kg/m2 y < 35 kg/m2) ha dejado su huella en este periodo.
En ambos sexos paso de 5.5 % a un 16.2 %, es decir, la cifra aumentó en un 194.5%, pero en este caso afectó más a los varones. Mujeres de un 7.3 % a un 17.8 % (144 % de aumento).Los varones de 0,2 pasó 3.1, lo que indica un aumento de más de 15 veces.
Este comportamiento se repite con la Obesidad Tipo 2 ((IMC de 35 kg/m2 y <40 kg/m2). En 40 años, el aumento de ambos sexos fue de un 766.6 %.
En 1975, la cifra era de un 0.6 % y en 2014 había alcanzado el 5.2 %.
Las mujeres son las más afectadas pasaron de 0.1 % al 7.3 %. Mientras, los hombres la cifra actual es la más alta con un 3.1 %.
La situación más alarmante está con la Obesidad Mórbida (IMC 40 kg/m2). De 1975 a 2014, la cifra aumentó un 1050 %. El índice de ambos sexos paso de 0.2% al 2.3%. Las principales afectadas son las mujeres que registraban 0.2 % hasta llegar a un 3.4%.
“Todos los anteriores parámetros nutricionales presentados anteriormente para Costa Rica (prevalencia de sobrepeso en el 2014, 36,1%, y de obesidad en el mismo año, 26,7%) tuvieron valores superiores a los presentados a nivel global por el estudio que dio origen a nuestra investigación1.
En cambio, las prevalencias, tanto del sobrepeso como la obesidad que aparecen en las tablas precedentes, coinciden casi absolutamente con las publicadas por la CCSS, referidas en este caso al Año 201011 (sobrepeso 36,1%, obesidad 26,0, ambas 62,1).
En la encuesta realizada en el año 2004 para diabetes, hipertensión arterial y factores de riesgo de enfermedades crónicas12 se encontraron prevalencias de sobrepeso de 35, 8% y de 23,0% (ambas 58,8%), es decir, un poco menores muy semejantes igualmente” concluyeron los Dres. Evans y Pérez.
En resumen:
El aumento del sobrepeso y la obesidad en Costa Rica durante los cuarenta años comprendidos entre el año 1975 y el 2014 es francamente aterrados ya que ambas condiciones son importantísimos factores de riesgo de las principales enfermedades crónicas no transmisibles y tal aumento parece indetenibles por los momentos.
Razón más que suficiente para instar a las autoridades del país a enfrenar esta epidemia con decisión y fuerza, que amenaza no solamente de muerte a la población costarricense, sino también a mermar sensiblemente los recursos monetarios para atender en las dependencias de salud a los enfermos que acuden a ellas.