Redacción – La tarde de este martes, la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) se refirió al caso del libanés que se vio involucrado este lunes en el enfrentamiento a balazos en Escazú, y que cobró su vida informando sobre varios puntos.
En primera instancia, la entidad señala que ambos extranjeros ingresaron legalmente al país, el fallecido en el 2010 y su hermano en el 2015, según nos informó la Dirección de Migración y Extranjería.
Además, debido a sus movimientos sospechosos, la DIS consultó con sus homólogos de Canadá y coordinó con Interpol Costa Rica, aunque confirmó que no tenían ningún requerimiento legal, eso pese a la información que se lee en internet.
En un tercer punto indican que, aunque se les informó que no eran requeridos, debido a sus actividades consideradas irregulares, la DIS abrió una investigación que concluye con dos informes, los cuales desde el 12 de enero de este año fueron remitidos al Ministerio Público.
Por lo que, desde ese día, conforme corresponde a las competencias de cada institución, Seguridad Nacional, quedó a las órdenes de las autoridades judiciales con el objetivo de brindar el apoyo que necesitaran por parte de la inteligencia y se continúa a sus órdenes.
La DIS concluyó en su comunicado, que en este y en otros casos, la Dirección de Inteligencia y Seguridad ha sido enfática en recomendar que los extranjeros que ingresan a suelo costarricense y que cuentan con un perfil que podría considerarse una amenaza para la seguridad nacional, deberían de ser devueltos inmediatamente a su país de origen.
Esta es una recomendación que se hace siendo respetuosos de la ley y apegados a las competencias de esta Dirección.