Redacción- Aunque parezca ilógico e incomprensible, muchas personas experimentan miedo o repulsión al mirar o estar cerca de figuras geométricas muy juntas, en especial agujeros y rectángulos muy pequeños.

Se trata de la tripofobia y es más común de lo que usted pueda imaginar. Quienes la padecen pueden experimentar taquicardias, sudoración, ataques de pánico y sufrir migrañas graves al estar en exposición a este tipo de figuras.

Las colmenas, esponjas o burbujas pueden parecer tremendamente repugnantes para estas personas.

Aunque esta patología aún no ha sido reconocida como una fobia por los psicólogos, lo cierto es que la ciencia ya ha intentado explicar el origen de este repudio.

Un estudio del 2013, reveló que los orígenes de este padecimiento están en la biología y que es provocado por una función visual específica evolutiva asociada al peligro.

Las investigaciones concluyeron que puede deberse a un «mecanismo de defensa» que cargamos con nosotros, debido a que muchos animales letales y venenosos como arañas, serpientes, ranas o pulpos tienen marcas similares.

Esta fobia se popularizó gracias a las redes sociales; se conoció a partir del 2009, cuando un estudiante neoyorquino abrió una página en Facebook en donde publicaba fotos que le causaban un extraño temor y angustia.

Muchas personas se sintieron identificadas y aseguraron sentir los mismos síntomas por lo que el interés de los expertos en tratar de entenderla y generar posibles teorías se disparó.