Redacción/Agencias- El nuevo Gobierno centroderechista de Brasil planea duras medidas para combatir el déficit fiscal que tiene la nación y para ello, estudia aumentar de forma temporal los impuestos.
El Senado brasileño suspendió el jueves a la presidenta Dilma Rousseff y decidió someterla a un juicio político acusada de violar las leyes presupuestarias al tomar prestado de entidades estatales para aumentar su gasto antes de su reelección en 2014.
El vicepresidente, Michel Temer, será el presidente interino mientras dure el proceso, que podría prolongarse hasta seis meses-
Meirelles advirtió que la situación presupuestaria dejada por el gobierno saliente de Rousseff podría generar un déficit superior a los 96.000 millones de reales (27.720 millones de dólares) previstos en 2016.
El Gobierno de Temer espera impulsar un nuevo presupuesto para 2016 en las próximas semanas. Si no logra hacerlo, el Ejecutivo podría cerrarse el mes próximo, cuando es probable que alcance el límite de déficit impuesto por el actual plan de gasto.