Redacción – En silencio, viendo hacia el suelo y de rodillas, don Marvin caminó hasta los pies de La Negrita en la Basílica de los Ángeles en Cartago para pedirle un milagro.

Don Marvin, originario de Turrialba, realizó lo que se puede calificar como un verdadero acto de fe al efectuar la romería desde su casa a 45 kilómetros de la Basílica de Los Ángeles y avanzando el último tramo de mil metros de rodillas para pedir un milagro por la hija de un amigo.

La historia de don Marvin merece ser contada, y es que dejando de lado su propio bienestar y llevando al máximo su capacidad física, este turrialbeño salió este lunes desde las 4:00 de la mañana para pedir un milagro a la Virgen.

Tras haber caminado por largos 45 kilómetros, a falta de sólo uno para concluir su peregrinaje tomó la decisión de arrodillarse como una forma de penitencia para que La Negrita le cumpla su petición.

El acto de fe llamó la atención de los cartagineses y otros romeros, quienes lo alentaban en su camino y le ofrecían agua para calmar su sed; sin embargo, él la rechazaba.

La fe mueve montañas y con tal de hacerlo, los medios no importan. Al llegar a los pies de la Virgen tras un largo trayecto, don Marvin tenía sus rodillas destrozadas, pues únicamente llevaba unas vendas que con costos lo protegía del calor abrazador del asfalto.

Su mirada era cabizbaja pero su determinación era tan alta que le permitió cumplir su meta. El papá de la niña por la que don Marvin caminó fue el ángel que al final del trayecto lo tomó de sus brazos para acompañarlo de vuelta a su hogar.

Don Marvin junto a otros 2 millones de costarricenses marchan hasta la Vieja Metrópoli para pedirle a la Vírgen de los Ángeles que interceda ante Dios por sus menesteres.

Colaboraron con esta información Ronny López y Adrián Meza

1 COMENTARIO

Comments are closed.