Redacción- Acabó el tiempo para Leo Chacón. El sueño de conquistar Río para el triatlonista nacional entró en la cuenta regresiva. En medio del sueño olímpico, Chacón alistó las maletas con la consigna de alcanzar el oro; porque la gloria del deporte  lo acompaña de la primera vez que puso en alto el nombre de Costa Rica.

Para Leo, la tarea de alcanzar el sueño olímpico va más allá de los comentarios negativos. Tras un comentario en Facebook, el atleta oriundo de Liberia sueña con alcanzar el podio más allá del de lo que pueda significar su participación en las Olimpiadas.

Hoy Leo aseguró que las críticas de los últimos días no le afectan. Lejos de eso, más bien lo motivan a seguir adelante.

«Creo que no existe en el planeta atleta olímpico que no sueñe con ganar una medalla, si le preguntan una y otra vez a cualquier atleta responderemos que sí , queremos ganar una medalla, en mi caso trabajando a diario muy duro desde niño» escribió Chacón.

Días antes del banderazo inicial, Leo asegura que ya se siente campeón. Asegura que sus medallas doradas cuelgan de su cuello desde hace años, cuando logró alcanzar una meta, soñar con un país mejor cargado de sonrisas.

«Les confieso que mis medallas más doradas las tengo colgadas hace años, desde cuando niño decidí representar lo que para mi significa Costa Rica, mi tierra amada de gente alegre, positiva y trabajadora.
Mis medallas doradas están labradas de orgullo, desde mi origen Liberiano, de venir de zona rural y poder ser embajador de Costa Rica a nivel mundial, de poder competir contra los mejores del mundo literalmente por todo el planeta. Mis medallas están hechas de honestidad, misma que trato vean demás atletas , pregono la disciplina y la entrega total. Mis medallas están hechas de mil historias, de gente que ha cambiado su vida gracias al deporte , mis medallas tienen cariño, tienen sonrisas, fotos, abrazos sinceros» agregó el atleta.

Para cerrar, Chacón aseguró que su vida significa toda la preparación que ello conlleva.
«Llevo toda mi vida preparándome. Ser un atleta olímpico no es una casualidad ni un golpe de suerte menos en triatlón. Viajo y regresaré de la misma manera: con el pecho inflado de orgullo y sobre todo viendo a cualquiera de ustedes a los ojos diciéndoles que me maté preparándome, que lo hice de manera honesta y dándolo todo por Costa Rica» concluyó el atleta.