San José – Exactamente a las 8:21 de la mañana del 5 de setiembre de 2012, sucedió lo que desde hace varios años se venía discutiendo. Un sismo de 7,6 grados azotó Nicoya en Guanacaste, exactamente a 8 km. al noreste de Sámara.
El sismo había sido pronosticado por el sismólogo Marino Protti, del OVSICORI, diez años antes, pues una falla en la zona no había liberado energía en más de 50 años; sin embargo, con ese movimiento únicamente se liberó el 40% de la energía almacenada.
A raíz del terremoto, no hubo personas fallecidas pero sí moderados daños estructurales en la zona, especialmente en infraestructura educativa.
En virtud de que aún no se ha liberado toda la energía, Marino Protti, sismólogo del OVSICORI, señaló que podría representar un nuevo sismo que alcanzaría los 7 grados de magnitud.
Y es que según el experto, aún existe un parche de alrededor de 15 kilómetros de profundidad que no ha liberado completamente la energía, pues desde el 2012 a la fecha, solo ha expulsado el 15%, es decir, con el restante se podría provocar un nuevo movimiento.
«Se puede liberar lentamente como la hecho en los últimos años o podría representar un nuevo terremoto, el cual podría alcanzar el grado 7», comentó Protti.
A raíz del sismo de hace cuatro años, la Península de Nicoya se elevó un metro.