Redacción-Este sábado, una persona denunció lo que en apariencia sería un abuso de autoridad por parte un padre de la iglesia de Zarcero en Alajuela.
En las imágenes que denuncian el acto, se puede apreciar donde el sacerdote se molesta al observar una vendedora ambulante en el parque de Zarcero y agarra las cosas para sacarla del lugar y las coloca en una parada de taxis.
Según comentó a AMPrensa.com el exregidor municipal de la localidad, Carlos Araya, el parque es propiedad de la iglesia pero el ayuntamiento le daba mantenimiento, fue hasta hace casi cinco años que las labores de limpieza y de administración se sentaron de forma permanente en la iglesia.
Desde entonces comentó que el padre que se observa en el vídeo, colocó unos letreros de propiedad privada en el parque y una serie de prohibiciones, entre ellas, las ventas ambulantes.
Por su parte, agrega que hay personas que tocan la flauta y realizan otros tipos de actividades y las autoridades religiosas no se molestan, pero es en caso específico con la señora del vídeo que es de apellido Gamboa.
Araya destacó que la mujer toda la vida ha logrado sobrevivir de las ventas ambulantes y ha sacado adelante a su hijo que hoy en día es casi un profesional, pues es una mujer divorciada y padece de epilepsia.
Este medio intentó obtener una versión de la iglesia pero después de 10 llamadas a la Casa Cural no se obtuvo respuesta.
Es que los vendedores ambulantes no tienen nada que hacer allí. Allí no es mercado. En mi opinión no hay nada más horrible que ver un montón de puestos ambulantes por los parque y especialmente ese de zarcero que es precioso.
Eso no es un sacerdote, es un mercader de fé, de esos que piden limosna y diezmo para los «pobres», pero en realidad lo toman para darse lujos. Por eso la Iglesia Católica debe pagar impuestos sobre la renta y sobre las miles y miles de propiedades que tienen en nuestro país.
Hola la falta de madurez y amor al prójimo provoca lo anterior ,y como siempre la Curia no responde y el hecho de que la iglesia lo administre no le da poder ni autoridad legal sobre un bien del pueblo.
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