San José – El sospechoso de la masacre en Liberia de apellidos Ríos Mairena de 33 años, habría intimidado a su familia para evitar ser descubierto por las autoridades judiciales.
Según el director del OIJ, Wálter Espinoza, no se descarta la posibilidad de que la familia de Ríos supieran que él fue el responsable de asesinar a cinco universitarios en la vivienda de al lado; sin embargo, por la posible situación mental del hombre, podría haber intimidado a su familia.
“Posiblemente, dentro de su motivación de crear toda una fantasía sobre una de las víctimas femeninas, y que él tiene un control absoluto sobre la escena, además, por el consumo de licor y drogas, le da cierta confianza y su personalidad paranoide lo hace sentirse seguro dentro de su ámbito, por lo que habría intimidado a su círculo más cercano», señaló Espinoza.
Y es que según las pruebas recabadas por la policía judicial, Ríos tenía un deseo sexual frustrado con una de las jóvenes y en medio de las drogas, habría asesinado a los jóvenes.
Ante esto, las autoridades investigan e interrogan a los familiares para conocer el panorama con que el sospechoso vivía días posteriores al crimen.
El sospechoso vivía con su madre biológica y su padrastro. Al lado, en el lugar donde fue detenido, viven sus abuelos y las víctimas vivían en la parte trasera.