Redacción- Un total de 150 familias de las comunidades de Caspirola, San Jerónimo y La Legua, del distrito de Sabanillas en el cantón de Acosta, podrán titular sus propiedades tras una espera de 107 años.
El Presidente de la República Luis Guillermo Solís Rivera firmó la Ley 9427 titulada “Ley que autoriza a la Municipalidad de Aserrí para que segregue y done un inmueble de su propiedad, que le permite a los vecinos del distrito de Sabanillas poder inscribir sus terrenos luego de una larga de lucha por adquirir los títulos de propietarios.
Las familias de estas comunidades, que han vivido en estas propiedades las han tenido de buena fe.
Conozca el origen del cantón de Acosta
“Venir hasta estas hermosas comunidades del cantón de Acosta a saldar una deuda histórica es motivo de orgullo, este acto viene a sellar la tradición del respeto a la legalidad y a los derechos que tiene la ciudadanía. Las personas, sus actividades productivas, su identidad ayudan a formar territorios que están profundamente arraigados”, indico el Mandatario
El Gobierno de la República consciente de la problemática que tenían estas personas y convocó siete veces desde agosto del 2015 en sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa, este proyecto de ley que recibió el primer y segundo debate en el presente año.
Así, con esta nueva ley se hará justicia con las personas e instituciones que actualmente se encuentran en el terreno quienes podrán adquirir el título a propiedad.
107 AÑOS ANTES Y AHORA
Hace 107 años el Ayuntamiento de Aserrí heredó una situación jurídica y de posesión compleja, pues una propiedad que nace de un «denuncio de bienes baldíos», situada en una jurisdicción en aquel momento del cantón de Aserrí, hoy pertenece a la jurisdicción territorial del cantón de Acosta.
En el transcurso de estos más de cien años sufrió transformaciones, de hecho no solo en su posesión y condiciones registrales sino en su propia naturaleza. Hoy ya no es un terreno baldío, sino comunidades que tienen desarrollo, con servicios públicos de agua, electricidad, telefonía, salud, que a través de los años habrían legitimado esos desarrollos y a los poseedores de los inmuebles que lo hayan hecho de buena fe.