Miles de opositores en Venezuela marcharon el sábado por tercera vez en una semana en las principales ciudades de la nación en contra la que consideran una dictadura impulsada por el presidente Nicolás Maduro.

A pocas cuadras del inicio de la marcha en la capital,  las fuerzas de seguridad bloquearon el paso de los manifestantes arrojando agua y gases lacrimógenos en todas las vías que tomaron grupos opositores para intentar llegar, sin éxito, al centro de la ciudad durante dos horas.

En la ciudad de San Cristóbal la policía regional hizo algunos disparos para desviar la ruta de los opositores.

Las manifestaciones encabezadas por líderes de oposición surgieron en el país sudamericano luego de que el Tribunal Supremo de Justicia asumió funciones parlamentarias, provocando incluso una condena internacional.

El dirigente opositor y excandidato presidencial Henrique Capriles, fue inhabilitado el viernes por 15 años para postularse a cargos de elección popular, una sanción que avivó a la oposición.

Las manifestaciones de los últimos días dejaron decenas de heridos, opositores detenidos y un estudiante universitario muerto por un disparo.

La ONG Amnistía Internacional condenó el sábado el uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades del gobierno venezolano.