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Redacción– Un fuerte incremento en la producción de cocaína en Sudamérica provocó que en los últimos tres años, el trasiego de cocaína por la región centroamericana se disparara al punto de que, hoy,  el propio ministro de Seguridad Pública califique el fenómeno como un tsunami.

«Los informes de inteligencia que tenemos indican que por nuestra región están pasando 2500 toneladas de cocaína, cuando hace 10 años eran 700 toneladas. Es un aumento muy grande, una realidad que tenemos que afrontar. Estamos en medio de un tsunami de cocaína», expresó Gustavo Mata.

Esta situación provocó un aumento en el consumo de drogas en las calles de Costa Rica, pues -ante la cantidad de cocaína- comenzaron a pagarle a las estructuras con kilos de cocaína y no con dinero en efectivo. Ello repercutió con ese crecimiento de consumo.

En el 2014, en Colombia se prohibió la fumigación de los cultivos de cocaína por un tema de salud pública. Esto provocó un aumento en la producción de esa droga.

«Desde el 2014, comenzó a aumentar la producción y sigue hacia el alza. Esto ha hecho que se ampliara el mercado y repercutiera en la sociedad costarricense, principalmente en los jóvenes», amplió el jerarca de Seguridad.

Lamentablemente, ese aumento en el consumo de drogas también afectó las estadísticas de criminalidad, pues se presentan más casos de robos, asaltos y hurtos. «Las víctimas de la cocaína son los jóvenes; jóvenes que tienen que robar para poder comprar las drogas. Todo esto genera más agresividad en la población», dijo Mata.

 

El Ministerio de Seguridad Pública, así como los demás cuerpos policiales, realizan diferentes esfuerzos para combatir a las organizaciones. Entre los planes, está dotar a las autoridades de más y mejores equipos.

Para ello, en los próximos meses comenzarán operaciones barcos y aviones para proteger las costas del país como parte de una iniciativa del ministro de Seguridad.