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Por Gustavo Araya

Experto en Turismo

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La respuesta parece obvia, y en efecto la respuesta lo es. Sin embargo, ha partido de una premisa equivocada: que el turismo es caro per se y no que el Turismo es caro por estar ubicado en un país caro.

En palabras más sencillas, vacacionar en Costa Rica es caro porque absolutamente todo es más caro que en otros países, no es que el Turismo ha “inflado sus precios” sino por el contrario formamos parte de un país que simplemente se ha hecho extremadamente caro.

Para entender esto mejor es necesario aclarar, explicar, dar a conocer, mencionar y cada uno de los adjetivos requeridos para que la población comprenda (cosa que los hoteleros no hemos logrado hacer bien) que la Hotelería es, – de acuerdo no a nosotros, sino a parámetros internacionales avalados por la Dirección General de Tributación en su cuadro de rentabilidad por Sector- de los sectores menos rentables de toda industria.

Así, por ejemplo, si la rentabilidad establecida como medida para un doctor es del 70% de su ingreso, (que es el más alto por cierto), la hotelería es la más baja, 10%. Es decir, casi pareciera más rentable tener el dinero en el banco que ser Hotelero. Muchos, y lo he escuchado de altos jerarcas de TODOS los gobiernos, dirán que este es el típico llanto de todos los hoteleros. Sin embargo, no es un llanto, es una realidad, que quienes ingresamos en este honorable negocio comprendemos y aceptamos como un hecho, claro está, el secreto está en diversificar.

Pero claro, que Turismo no es solo Hotelería y el mismo fenómeno de precios altos se repite en cada uno de sus otros subsectores: gastronomía, transporte, tour entre otros, donde no necesariamente la rentabilidad es tan baja como la Hotelería, aunque tampoco es alta como se desearía porque adivinen que: todos los materiales utilizados en estos otros sub sectores también utilizan productos cuya producción son más caros que en cualquier otro país.

Entonces, ¿porqué somos caros, sino es que el Turismo “infla” los precios? Todo empieza por el principio dirían los sabios. Construir un hotel en Costa Rica por ejemplo es casi un 30% más caro que en Panamá, Nicaragua, Nicaragua, Colombia o incluso Estados Unidos. Ese es el porcentaje de Construcción que pagamos de “más” por estar en Costa Rica. ¿Pero eso es endilgarles la culpa a los constructores? No, jamás.

El precio del Cemento, la varilla, gastos de planilla, cargas sociales, salario mínimo, electricidad para el uso de equipo de construcción, gasolina para maquinaria es igualmente mucho más caro en Costa Rica que en esos otros países. Solo usemos dos ejemplos: los salarios mínimos de Costa Rica, son casi 4 veces más altos que los de México o Nicaragua. No quiero entrar a juzgar si eso es bueno o malo, pues no es parte del debate en este ejercicio, pero es un hecho comprobado.

El segundo ejemplo es las Cargas Sociales, un logro a mi juicio de este país solidario que sin lugar a dudas ha hecho la diferencia entre el desarrollo y el sub desarrollo de algunos de nuestros competidores, pero cuyo costo es ciertamente uno de los disparadores de los gastos para cualquier empresa que se rija por la normativa (claramente quienes no lo hagan sacan provecho en contra de quienes si actuamos amparados por la ley).

Pero no solo la construcción en este es cara y hace que el turismo tenga que subir los precios para compensar una baja, pero estable rentabilidad. Los costos de las materias primas que se utiliza en el Sector Turístico son también más caros. Tomemos de nuevo dos ejemplos sencillos de explicar. Las verduras que adquirimos para alimentar a nuestros clientes son por lo general mucho más caros que en otras latitudes, pero igual puede ocurrir con las carnes, incluso las producidas en el país. De nuevo, con esto no quiero trasladar la responsabilidad de lo caro del Turismo a los agricultores o ganaderos, sino por el contrario, volver a explicar las razones.

Un Agricultor de Papa en las faldas del volcán Poas, que probablemente trabaja de sol a sol debe competir con las papas importadas desde Idaho, Estados Unidos de América cosechadas casi de forma automatizada en su totalidad. Este productor, probablemente logró conseguir un crédito con un banco Estatal (ya solo quedan tres, así que si no es Gallo es Gallina), a una tasa de intereses que está cerca de competir con alguno de los prestamistas cuyos ofrecimientos vemos empapelados en los postes de luz de cada ciudad en Costa Rica (tema de conversación para otro artículo).

Muy probablemente fue visitado por un inspector de la CCSS (que hace correctamente su labor) y lo obligó a inscribirse como Trabajador Independiente. Pero además tuvo que asegurar su cosecha con una prima mucho más alta que la pagada por cualquier productor en cualquiera de los países competidores, y para mejorar la situación debe trasladar su cosecha en un vehículo cuyo costo fue casi un 80% más alto que en otro país porque como está valorado como artículo suntuoso (que por cierto probablemente paga por medio de un “leasing financiero” otra vez a una de esas tasas “competitivas”).

Cuando esa papa llega al Restaurante, todos podemos imaginar el costo que este señor debió “subir” para poder tener una rentabilidad que le deje comprar el arroz y los frijoles, pero, sobre todo, pagar absolutamente todo lo antes mencionado para no perder su propiedad y su cosecha el periodo que sigue.

Claro, y su de paso hay un intermediario que sin satanizarlo hace el trabajo de buscar más clientes en todo el país por medio de su carro que también está en un “leasing” y que cuyo traslado en búsqueda de clientes es mucho más caro por el precio de la gasolina que es casi 3 veces más caro que en algunos de nuestros competidores, pues imaginen los márgenes que debemos como industria ampliar con el fin de salir “tablas”. Y eso que no hablamos de los herbicidas y otros productos requeridos por el agricultor para lograr su cosecha.

Y si pasamos al ejemplo de la carne es casi igual de agobiante. Un Finquero, debe invertir grandes cantidades de dinero en el mantenimiento de sus animales, todo inflado por el precio de las vacunas, veterinarios. Igual deberá recurrir a la compra de vehículos en las condiciones antes descritas y claro con el mismo alto costo del traslado de sus fincas al matadero.

El Matadero por su parte, debe de cumplir con una serie de requisitos para operar correctamente, exámenes de laboratorio (cuyo costo son altos por que los productos activos para dichos exámenes son importados y pagan tasas altas de ingreso, o sea, tampoco es culpa de ellos). Esto claro está sumado al hecho de cumplir con todas las cargas sociales, salario mínimo y otros importantes logros universales.

Para cuando este corte de carne llega a su mesa, el nivel de costo final ha sufrido un aserie de aumentos para lograr tener un ingreso suficiente para poder también cubrir los mismos costos que todas las empresas debemos reconocer.

El Turismo es un eslabón más de la cadena, no somos las cadenas y mucho menos los culpables de que “Viajar en Costa Rica sea Caro”. Lo reconocemos, lo somos, pero no el Turismo. Costa Rica, es un país caro. Pero debemos cuestionarnos seriamente si el ser caros obedece únicamente a los empresarios o bien a todos estos elementos que hemos mencionado y que le han restado competitividad a un país que hace 20 años, si quiera se imaginaba estar en este escalafón.

 

 

 

1 COMENTARIO

  1. Ayer andaba en tortuguero y habían cientos de costarricense usa bus y lancha pública y cabinas en el pueblo, obvio si voy en hotel todo incluido es más caro, pero para tener uno de los mejores índices de desarrollo de Latinoamérica y una cobertura casi total de servicios públicos, no me parece caro, el hecho que al periodista de este reportaje le paguen mal es otra historia.

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