Esto me sucedió en un recorrido de rutina, al llegar al peaje de San Rafael en Escazú en ruta 27. Un oficial de tránsito observó que no avanzaba la fila de vehículos y vio a una dependiente discutir con un conductor.

Por esa razón, pudo rebasar los vehículos que estaban en la manga y llegó donde está la dependiente. Al llegar se da cuenta que el señor no tiene dinero para cancelar el peaje.

«No puede ser que una concesionaria no tenga un sistema ideal para aquellos conductores que no puedan cancelar el monto del peaje. El descaro se da, pero en aquellos casos que efectivamente por algún motivo no pueden cancelarlo, lo mandaron a pedir dinero a los conductores de atrás para que cancelara», comentó el tráfico

Posteriormente le pagó el peaje.