Redacción/Agencias- La ministra ugandesa de Salud se disfrazó el viernes y se presentó de incógnito en un hospital de su país donde atrapó in fraganti a dos empleados corruptos que le hicieron pagar por unos servicios en teoría gratuitos, según contó este sábado a la AFP.
Sarah Opendi se cubrió el rostro con un velo para no ser reconocida al llegar el viernes al hospital de Naguru, en la capital Kampala.
Seguidamente, la enviaron hacia una enfermera auxiliar para conseguir tiras para análisis y, una vez más, le pidieron dinero.
«Le pagué (a la enfermera) y luego llamé a la policía, que detuvo a los dos empleados», explicó la ministra.
El director adjunto del hospital, Stephen Kyebambe, le agradeció su ayuda a Opendi. «La ministra debe ser felicitada por haber desvelado la extorsión de esos estafadores en nuestro hospital».
El hecho de pedir dinero a los pacientes es habitual en los hospitales públicos ugandeses, donde algunos trabajadores médicos no cobran más del equivalente a 60 euros mensuales.
Con información de Ifobae