Redacción – Para estimular a los bebés recién nacidos en incubadoras, la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) ha ideado un tierno plan en el hospital Max Peralta de Cartago.

Con 40 pulpos de algodón hechos a mano, el centro médico ofrece estimulación temprana a los neonatos atendidos, los cuales fueron donados por la Asociación de Tejedoras Sociales de Costa Rica.

Las figuras se caracterizan por tener forma de pulpo, cuyos tentáculos, sirven para que los menores que se encuentran en las incubadoras, puedan sujetarse de ellos, como una alternativa adicional al proceso de estimulación y acompañamiento que ya reciben en el Hospital, bajo la supervisión constante del personal y de la familia.

Mariana Baglio, vocera del grupo, comentó que la idea surge de la experiencia aplicada en Dinamarca donde se vio que un menor se aferró a la figura hecha por su familia y eso le dio nuevas satisfacciones a los padres.

A pesar de que no hay estudios en el país que demuestren que los niños obtienen un beneficio directo, les pareció una idea interesante y de inmediato quisieron poner en marcha un proyecto. “Lo hacemos porque la causa nos genera una gran satisfacción. Por lo general los padres se motivan y durante el egreso se lo llevan para la casa”, manifestó.

Rita Hernández, enfermera encargada del programa de Estimulación Temprana dijo que “estamos muy contentas de que nos hayan tomado en cuenta, ya reunimos a las madres para entregarles el regalito, pero antes de que ellas se lo coloquen a sus bebés, se les dará un tratamiento especial para la esterilización, porque la idea es convertirlos en un objeto seguro”.

Para elaborar cada pulpo se puede durar hasta tres horas porque la idea es que sean de un tamaño adecuado, suaves y llamativos. Importante destacar que los materiales son aportados por las tejedoras, quienes no cobran por sus servicios.

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