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Álvarez encabeza y Castro sube en encuestas, pero números no alcanzan para llegar a Zapote

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Redacción – Una nueva encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica vislumbra desolador panorama electoral para los candidatos presidenciales a cinco meses de que los costarricenses acudan a las urnas electorales.

Según el estudio trimestral del centro, Antonio Álvarez Desanti, candidato presidencial del PLN, cayó un 5% pero aún encabeza la intención de voto de los costarricenses.

En julio anterior, Álvarez tenía 25,2% de los decididos a votar, y ahora al 19,6%. Pese a ello, se mantiene como el candidato favorito de los votantes.

Detrás, se encuentra su férreo rival, el abogado Juan Diego Castro, candidato del Partido Integración Nacional (PIN), quien en cuestión de tres meses despegó en los números de los estudios de opinión, colocándose en el segundo lugar.

De acuerdo con el estudio, Castro dobló su apoyo: pasó 5,8% de los decididos a votar a un 12,6%; aumentó un porcentaje similar a lo que perdió el candidato liberacionista.

En el tercer lugar se encuentra el candidato presidencial de la Unidad Social Cristiana, Rodolfo Piza, quien en la encuesta anterior estaba de segundo. El nuevo estudio le atribuye un 11%, es decir, se estancó, pues en julio anterior estaba en 11,5%. Lo perdido puede ser parte del margen de error.

Por su parte, el candidato oficialista del PAC, Carlos Alvarado pasó al cuarto lugar en la intención de voto, con un 6,3%.

Ninguno de los cuatro candidatos está cerca de la silla presidencial. A cinco meses de las elecciones, el único panorama claro es que los costarricenses deberán ir a una segunda ronda para poder elegir al nuevo presidente de la República.

De acuerdo con el estudio del CIEP y publicado por el Semanario Universidad,  un 23% de los costarricenses está decidido ir a votar pero aún está indeciso, mientras que un 42% definitivamente no acudirá a las urnas.

Irónicamente, ese último rubro de abstencionismo equivale al porcentaje necesario para que un candidato presidencial logre triunfar en una primera vuelta.

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