San José – El asesinato del fiscal de Flagrancia, Hans de la O, ha estremecido el país y aunque no se ha confirmado si su muerte tuvo relación con sus labores judiciales, el irrespeto a la autoridad y la ley vuelve a ser tema en el tapete nacional.
El analista criminal, Gerardo Castaing, señala que si el homicidio tuvo esas causas, es un asunto serio para el país y las autoridades penales y policiales deben valorar los resultados de las leyes criminales de Costa Rica. «Hay que tomar medidas drásticas y hacer un replanteamiento de actividades. Si medimos la eficiencia con resultados, tenemos que las leyes que estamos usando no están teniendo ningún éxito para modificar el comportamiento criminal», dijo.
El especialista en seguridad manifestó que es delicado que ese tipo de violencia que solo se da en países como Guatemala, México y Honduras aceche a Costa Rica.
«En países como México o Guatemala y Honduras, funcionarios públicos son asesinados bajo modalidades de sicariato u organizaciones y ojalá no sea así en este caso porque si no hay que hacer un replanteamiento jurídico», manifestó.
El experto aseguró que la labor de un fiscal de la República siempre está relacionada con el peligro con los imputados, pues son los encargados de avanzar en el proceso penal.
«La evolución criminal en Costa Rica se ha dirigido hacia el uso de la violencia en alto grado. Generalmente los imputados ven en los fiscales como personas que les está haciendo daño, lo cual podría acabar en una agresión, pero es muy importante establecer la motivación de la muerte, porque si es una muerte consecuencia de su labor es grave», dijo Castaing.
Por primera vez en la historia, Costa Rica registra el asesinato de un funcionario del Poder Judicial, específicamente de un fiscal que laboraba en Heredia.
Aunque no se tiene confirmado si el crimen tiene relación con las labores que desempeñaba en el Ministerio Público, Wálter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), señaló que sería la primera vez que el hampa asesina a funcionario judicial en el país.
“Existe una preocupación de que si es un ataque del hampa contra el sistema judicial, surge un tema país que tiene que abordarse con delicadeza y seriedad, es prácticamente el primer evento en el que se atenta contra un funcionario judicial por las funciones que ejecuta; sin embargo, no tenemos eso confirmado”, señaló el jerarca del OIJ.
De la O recibió seis disparos en su cabeza cuando estacionaba su vehículo dentro de la cochera de su casa en Barrio El Jardín en Calle Fallas en Desamparados. La policía judicial halló casquillos de un arma de fuego calibre 9 mm, los cuales habrían impactado al funcionario en su cara, cuello y cabeza.