Redacción- En las fiesta navideñas y de fin de año los tamales, el queque navideño, el rompope, las galletas y por supuesto la pierna de cerdo asado no pueden faltar en las mesas de los hogares costarricenses. Lo preocupante es que ese alto consumo de grasas, carbohidratos y azúcares facilitan el aumento de peso, situación que incrementa el desarrollo de enfermedades como la diabetes.
“Lo ideal es que se coma un tamal mediano y no la piña completa, pero además acompáñelo con una ensalada durante el almuerzo o cena.
También tiene que ser un alimento único, es decir el plato fuerte. Ahora bien, si hablamos de frecuencia podemos decir que si usted es una persona sana, que lleva una alimentación saludable, hace ejercicio con regularidad, podría comer uno por día, de lo contrario, coma de una forma menos frecuente, no todos los días”, aconseja la experta Viviana Mejía, nutricionista de Coopesiba.
Datos de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) asegura que 10 personas por semana sufren la amputación de alguna de sus extremidades, en tanto que los hospitales reciben 11 pacientes nuevos por día por causa de este padecimiento.
Por su parte, el Ministerio de Salud indica que en el 2016 se registraron 8.980 nuevos casos de diabetes por cada 100.000 habitantes en todo el país.
Debido a estas alarmantes cifras, Coopesiba hace un llamado a la población para que cuide lo que come durante todo el año, pero en especial durante diciembre, mes en el que las celebraciones tradicionales promueven que se coma sin medida, en especial los deliciosos tamales.
El sobrepeso aumenta las posibilidades de desarrollar azúcar en sangre, padecimiento que, si no se controla, podría inducir a complicaciones como: la pérdida de la visión, desarrollo de úlceras en pies y piel, accidentes cardiovasculares (presión alta), daño en riñones, depresión, entre otros efectos secundarios.
“Los padecimientos más asociados con la mala alimentación y la falta de actividad física son el sobrepeso y la obesidad, y los efectos que esto genera a nivel metabólico desencadenan enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes e hipertensión, hígado graso, padecimientos de la vesícula biliar, cáncer (cólon, recto, próstata y mama). Pero el sobrepeso también causa daño en articulaciones, cansancio, afecta la calidad del sueño”, explica la nutricionista.