Redacción – La Fiscalía Adjunta Contra la Delincuencia Organizada (FACDO) logró que esta tarde se ordenara un juicio oral y público en contra del exdirector de la Fuerza Pública, Pizarro Espinoza, y de un mexicano de apellidos Pineda Hernández, acusados por el delito de tráfico internacional de drogas.
La Fiscalía también logró que cinco miembros del grupo criminal aceptaran los hechos acusados y se sometieran a un procedimiento especial abreviado, por el mismo hecho delictivo.
Esto provocó que, sin necesidad de enfrentar un debate, los imputados Monterrey Potoy y Cantillo Mora recibieran una pena de 7 años y 6 meses de prisión, y que Guerrero Pierce, Quesada Salvatierra y Camacho Calderón fueran sentenciados a 6 años y 6 meses cada uno.
El procedimiento especial abreviado consiste en que la persona imputada admite el hecho que se le atribuye y se le impone de manera directa la condena, sin requerir juicio.
La legislación autoriza que, previa negociación entre el Ministerio Público, la persona imputada y su parte defensora, se pueda reducir la pena.
El acuerdo de la sanción penal y de la apertura del debate se conoció a la 1:30 p.m., al finalizar la audiencia preliminar del caso 17-000032-1219-PE, en el Juzgado Penal de Santa Cruz, Guanacaste.
La FACDO atribuyó al grupo asociarse entre febrero y junio de este año, con la finalidad de adquirir cocaína y trasladarla hasta Santa Cruz en vehículos modificados, para ocultar la droga.
El destino final, en Costa Rica, eran pistas clandestinas ubicadas en ese cantón guanacasteco; ahí llegaban con el objetivo de sacar del país las sustancias ilícitas, mediante el uso de avionetas.
La investigación permitió la captura de Pizarro, Pineda, Cantillo y Monterrey, el 21 de junio anterior, cuando viajaban en dos vehículos, con 237 kilos de cocaína y dos ametralladoras, armas de uso prohibido en el país. Las detenciones se realizaron sobre la ruta 27, en el sector de Orotina.
Días después, el 06 de julio, cayeron en manos de la policía Guerrero, Quesada y Camacho, a quienes les allanaron sus casas en Santa Ana, Paraíso de Cartago y Cervantes de Alvarado. Desde entonces, permanecen detenidos.
