San José – Una parte de la población recibe la época navideña con positivismo, alegría y motivación. Sin embargo, otra parte puede ver afectado su estado anímico durante el mes de diciembre.
Carol Garita, coordinadora del centro de atención neuropsicológica de Unibe y psicóloga clínica, comenta que en Occidente la Navidad constituye una época de recogimiento y celebración. Sin embargo, no siempre es agradable para todas las personas, independientemente de la edad, el sexo o el estatus social.
“Hay factores a nivel personal que no corresponden a lo que los demás podrían esperar. Tendemos a pensar que es una época que es felicidad para todos en general y no siempre es así. Puede haber sentimientos de tristeza, de nostalgia y de depresión, los cuales se dan por factores como la conmemoración de fechas de personas que ya no están, porque algunas cosas que se esperaban no pasaron o porque no se alcanzaron las metas deseadas”, aseguró la experta de Unibe.
“Hay situaciones que muchos pasan durante esta época y definitivamente se deben respetar y no forzar a cambiar esos sentimientos tan personales”, agregó la psicóloga, quien aporta algunas recomendaciones para las personas que tienen sentimientos negativos y para quienes les rodean.
Recomendaciones para la persona que sufre:
- Hacer una revisión personal acerca de qué situaciones provocan sentimientos negativos.
- Hacerse acompañar por un amigo o familiar para que no profundice en el sentimiento de soledad.
- Hacer actividades que no acostumbra realizar. Ejemplo: si no está acostumbrada a salir a caminar, la persona puede autoexigirse a dar un paseo a pie, ya que eso le va a traer de satisfacción personal.
- Animarse a hablar con alguien sobre la situación que esté atravesando, ya que pueden ser de provecho las recomendaciones que obtenga.
- Fortalecer su espiritualidad, sin importar su creencia religiosa.
- Aprender a aceptar su situación, aunque sea dolorosa, ya que esto es parte de enfrentar la vida.
Recomendaciones para familiares o amistades:
- Las personas que se acerquen deben de hacerlo de una forma indirecta, como por ejemplo, llamar por teléfono o mandar un correo. De esa manera, se puede hacer presente sin llegar a obligar a la persona afectada.
- Aprender a respetar el ritmo de la persona. La gente depresiva o con tendencia a refugiarse no quiere ser invadida.
- Tomar en cuenta la opinión de la persona sobre si quiere participar en las actividades o en un encuentro familiar.
- Ser conscientes de que hay momentos para sacar temas difíciles y momentos en los que es mejor no tocarlos.