Redacción – El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) completó la intervención de 11,6 kilómetros de ríos que atraviesan el cantón de Bagaces, en los que construyó diques, realizó canalizaciones y limpió los cauces, con el objetivo de resguardar a las comunidades afectadas por el paso del huracán Otto.

Los trabajos –iniciados en julio de 2017– se llevaron a cabo en los ríos Cuipilapa, Blanco, Naranjo, Chiquito, Quebrada Perú y Quebrada Sin Nombre. Ahora, centros de población y fincas agrícolas y ganaderas cuentan con una protección sustancial ante eventuales crecidas en estos cauces.

“La tarea se realizó en seis meses. Retiramos rocas y troncos arrastrados durante el huracán, además de reparar los taludes que fueron erosionados y que han puesto en peligro de deslizamiento a varias casas. Los materiales para el acorazado se obtuvieron principalmente de los mismos ríos”, explicó Edwin Garita, geólogo encargado de las obras.

Las cuadrillas del ICE asignadas en Bagaces enfrentaron vientos fuertes y lluvias intensas, además de averías en las excavadoras por la complejidad de las áreas intervenidas.

Garita agregó que la conformación y la ubicación de los taludes proporcionan mayor seguridad a la infraestructura vial cercana, como los puentes. Conjuntamente, la remoción de materiales reduce la posibilidad de atascos en los cauces aguas abajo, que eventualmente provocarían desbordamientos en los ríos.

Además de los diques y las canalizaciones, las obras de reconstrucción asignadas al ICE en los cantones afectados por el huracán Otto incluyen la edificación de puentes y la mejora de caminos.

“Ahora vivimos más tranquilos”

“Durante el huracán esta zona fue afectada por una avalancha y la topografía cambió mucho. Todos teníamos miedo de otra crecida, porque las casas quedaban muy cerca del río. Gracias a los trabajos de dragado y de protección con las piedras, tenemos mayor seguridad y tranquilidad”, Flory Ramírez, vecina de Río Chiquito.

“Seguridad para retomar la vida normal”

“Con estos diques sentimos que el río va a estar controlado. Las propiedades retoman valor y podemos seguir con planes de construcción, agricultura y vida normal, porque el río deja de ser una preocupación. Cuando nos dijeron que el ICE haría los trabajos, sabíamos que los recursos se iban a usar bien y con mucha calidad”, Alexis Herrera, vecino de Río Chiquito.