Redacción- Muchos niños y jóvenes recién regresaron a las escuelas y colegios, esto por lo general provoca mucho movimiento durante la mañana en los hogares y en ocasiones por cuestiones de tiempo los chicos no alcanzan a desayunar correctamente, o bien, por algún otro motivo se niegan a realizar.
Cuando los más chicos se niegan a probar bocado es importante conocer el motivo, por ejemplo, podría tratarse de que no les agrada la textura o presentación de un determinado producto. Ante esto, podría probar cocinarlos para suavizarlos en caso de que sean de difícil masticación.
Si es un problema de presentación puede cortar los alimentos en tamaños más pequeños o servirlos de formas diferentes y atractivas, por ejemplo, en forma de arcoíris, flor, entre otros.
“Algunos chicos se niegan a desayunar y les indican a sus padres que no tienen hambre, ante esta situación es importante que no los obligue a comer porque podría convertir el desayuno en una situación complicada.
Mejor analice los hábitos alimenticios de sus hijos, puede que no tengan hambre debido a que cenó muy tarde. Invítelo a sentarse en la mesa, puede que no coma, pero podría probar bocado al ver los alimentos servidos y al observar a los demás comer”, comentó Parajeles.
Procure tener opciones de desayunos ya establecidos para rotar durante la semana, asegúrese de incluir al menos un alimento que usted sepa que le gusta en el desayuno.
Otra buena estrategia es incluirlos en el proceso de preparación, permitiéndoles elegir 1 ó 2 desayunos que les gustaría probar, o solicitarles ayuda en el proceso de preparación con tareas acordes a su edad y habilidad. Es más probable que deseen consumir un alimento que ellos mismos ayudaron a preparar.
Si el problema se debe a falta de tiempo es prudente que tenga alimentos fáciles y rápidos de comer a mano o algo que se pueda ingerir en el bus o en el carro de camino, tales como: batidos y emparedados.
A continuación, la nutricionista Mariela Parajeles, de Consultas Nutrición, le brinda algunas recomendaciones de desayunos deliciosos y prácticos:
Opción 1: Yogurt con fresas y granola.
Opción 2: Tostada de pan integral con aguacate, queso o huevo.
Opción 3: Cereal integral con banano, almendras fileteadas y leche.
Opción 4: Huevos revueltos con vegetales y tostadas o pita pockets.
Opción 5: Avena en hojuelas con leche y fruta.
Cabe destacar que en lugar de tomar jugos siempre es preferible que consuma la fruta entera y que si van a tomar algo esto debe ser leche o agua.
En cuanto al jugo de naranja, utilice vasos más pequeños y no ofrezca más de 120 ml de jugo con el desayuno. Reduzca el consumo de repostería o alimentos con harina refinada y azúcar como ingredientes principales, si los va a ofrecer procure que no sea todos los días y sirvalos en porciones moderadas.
Finalmente, a veces se tiende a consumir productos empacados por cuestión de practicidad, ante esta situación es preferible que seleccione alimentos bajos en azúcar y que no contengan colorantes y saborizantes artificiales.
Respecto de la elección del cereal, busque que tenga pocos ingredientes, al menos 3 gramos de fibra y 5g (o menos) de azúcar por porción.
