Redacción – En los dos primeros meses del 2018, 288 conductores terminaron en el Ministerio Público por conducir en estado de ebriedad.
De todos los conductores sometidos a pruebas de alcohol mediante expiración de aire, dieron positivo un total de 14,4% de los, cifra que supera a los datos del primer bimestre del 2017, cuando la suma alcanzó el 10,5% del total.
Para Mario Calderón, Director de la Policía de Tránsito, estos resultados si bien dejan claro que el cuerpo policial sigue haciendo su trabajo de control, lo cual es positivo, tiene una arista negativa, en el sentido que porcentualmente hay un incremento del 4% en la cantidad de pruebas que evidenciaron que el conductor había consumido alcohol.
“Es un tema que nos preocupa, en el 2017 logramos reducir en un 40% la cantidad de muertos en carretera vinculados al alcohol al volante, respecto al 2016, pero estos datos nos elevan las alertas respecto al comportamiento en este tema al inicio del 2018” reprochó el Comisario.
Por otro lado, si bien hay un incremento en el porcentaje de casos positivos, la mortalidad en carretera es inferior respecto a los dos primeros meses del 2017, ya que se contabiliza un deceso vinculado al alcohol al volante, mientras que al 28 de febrero de 2017 se sumaban 6 fatalidades.
De las 2.805 pruebas realizadas, 72 conductores dieron positivo con niveles muy bajos de alcohol que no implicaron ninguna sanción, 44 conductores sí recibieron una multa de ¢312.298,73 y acumularon 6 puntos en su licencia, otros 288 fueron remitidos al Ministerio Público para que enfrenten una causa penal por conducir en estado de ebriedad.
En total, son 404 los casos que dieron positivo.
Otros 12 conductores recibieron una multa de ¢312.298,73 y acumularon 6 puntos en su licencia por negarse a realizar la prueba de alcohol. Esta sanción rige desde el 17 de julio de 2017, cuando entraron a regir algunas modificaciones a la Ley de Tránsito.
“Estamos a pocos días de la Semana Santa y en esos días aumentan los riesgos, vamos a seguir trabajando en estos temas de control en carretera, pero los ciudadanos deben comprender que el alcohol al volante es una pésima combinación. También llamamos la atención de los peatones, que se van para la playa, se alcoholizan y luego caminan por las calles, por zonas oscuras, de forma tambaleante, y pueden terminar siendo víctimas de atropello”, finalizó Calderón.