Redacción- La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, incluyó en su registro nacional de Memoria del Mundo, una serie de documentos costarricenses considerados de gran valor histórico y cultural para la humanidad.
Se trata del cómputo de votos que desde 1949 hasta el 2016, ha realizado el Tribunal Supremo de Elecciones. Estos documentos son considerados por la Comisión Costarricense de Cooperación con la Unesco como “únicos, auténticos, íntegros y de gran relevancia para la vida democrática de Costa Rica”.
El Comité Nacional de Memoria del Mundo, adscrito a la Comisión Costarricense de Cooperación con la Unesco, acordó incluir estos documentos porque son el único registro oficial con que cuenta el país, sobre los resultados de los comicios, desde la creación del Tribunal Supremo de Elecciones.
De acuerdo con la presidenta de Comisión Unesco, Rocío Solís, es “un verdadero orgullo para el país, poder contar con documentos de tanto valor cultural, que evidencian la sólida democracia con la que siempre se ha reconocido a Costa Rica”.
Asimismo y desde este viernes 20 de abril, 24 documentos originales sobre el proceso de independencia de Centroamérica, de la Corona Española, ingresaron al registro nacional de Memoria del Mundo.
Diversas cartas y actas forman parte de estos documentos que fueron presentados por el Archivo Nacional, y que son considerados de gran singularidad y relevancia, pues reflejan la situación histórica, social y política de la época, vivida durante todo el proceso de independencia.
“Como un organismo garante de la educación, la ciencia y la cultura en todo el mundo, nos llena de orgullo poder destacar esos trabajos o acciones que deben ser reconocidos a la vista de todo un país y del mundo entero. En Costa Rica hay mucho potencial y debemos resaltarlo”, indicó Solís.
También forman parte del registro nacional de Memoria del Mundo, las actas originales del Consejo Universitario de la UCR, desde el año 1941 hasta el 2016.
Estas históricas cartas se encuentran debidamente firmadas y selladas, y representan un fondo documental único, con un gran valor cultural.
Todos los nuevos documentos incorporados a la Memoria del Mundo, fueron revisados y analizados por un grupo de siete expertos del comité a cargo, tras un minucioso trabajo de casi un año.
Las postulaciones para esta nueva edición se presentaron en 2017, y de las seis que participaban, se eligieron tres.
Los documentos que ingresan en la Memoria del Mundo de la Unesco, son considerados de gran valor histórico y cultural, no sólo para un pueblo, región o país, sino para toda la humanidad.
