Redacción – Investigadores del Instituto de Investigaciones en Salud (Inisa) de la Universidad de Costa Rica (UCR), se encuentran en un proceso de análisis del agua que consumen a diario los costarricenses. Para ello, usan una de las técnicas novedosa y popular en el área: la biología molecular, la cual permitirá hallar la existencia de potenciales agentes virales.

En la iniciativa también participa la Universidad Nacional (UNA) y el Tecnológico de Costa Rica (TEC), con el apoyo de la Universidad Técnica Nacional (UTN). En total, se contarán con 12 expertos altamente calificados quienes aportarán otros análisis especializados a nivel microbiológico y físico-químicos para aportar a la salud del país.

Los investigadores son, Luz Chacón, Rosario Achí Araya, Eric Morales y Kenia Barrantes de la UCR; Pablo Salas, Diana Mora y Alejandra Gamboa de la UNA; y Luis G. Romero, Macario Pino, Joaquín Jiménez y Basilio Silva del TEC.

El grupo de especialistas inició su labor en abril del 2018 y trabajarán durante dos años seguidos, con el propósito de verificar si el proceso de desinfección de las aguas se está dando de la manera idónea. Las grandes beneficiadas serán 20 Asociaciones Administradoras de Sistemas de Acueductos y Alcantarillados Comunales (Asadas), de Alajuela, Puntarenas y Cartago.

De acuerdo con la investigadora del Inisa-UCR, Kenia Barrantes, el propósito de realizar la evaluación en esas zonas es por investigaciones previas que tuvieron como resultado la posible presencia de sustancias tóxicas en acueductos comunales de regiones rurales.

Barrantes explicó que lo anterior suele darse por una serie de factores como una mala infraestructura, lo que impide un adecuado proceso de desinfección, así como el exceso del cloro como desinfectante, de la mano con otros procesos que atentan contra la calidad del recurso hídrico.

“Lo que se hará es tomar muestras puntuales en Asadas ubicadas en zonas fuera del Gran Área Metropolitana. La UCR analizará toda la parte microbiológica, empleando métodos convencionales para la detección de indicadores tradicionales y de biología molecular con el propósito de encontrar virus en el agua que son patógenos en términos de la salud humana, un área que ha sido poco investigada a nivel nacional debido al alto costo económico de las pruebas moleculares. Por su parte, los compañeros de la UNA, el TEC y la UTN trabajarán toda la parte físico-química”, manifestó Barrantes.

La investigación se realizará gracias al financiamiento otorgado por los Fondos del Sistema del Consejo Nacional de Rectores (Conare). En total, ₡40 millones serán utilizados para giras y optimización de los equipos para trabajar con virus y otros tipos de microorganismos.

La selección de muestras estará a cargo de expertos del TEC y la UNA. El proceso de recolección durará todo el 2018 en las estaciones lluviosa, seca y de transición. Para el 2019, se aspira tener los primeros resultados.