Redacción – La fracciones de los partidos Restauración Nacional y Unidad Social Cristiana están preocupados ante la decisión del Tribunal Supremo de Elecciones por aprobar el cambio de nombre por identidad de género.
La mañana de este lunes, en un comunicado de prensa, el TSE aprobó y reguló el cambio de nombre por identidad de género autopercibida para las personas que así lo soliciten al registro civil. Esta decisión regirá una vez que se publique la reforma introducida al Reglamento del Estado Civil.
El diputado evangélico Jonathan Prendas, uno de los más activos en esta legislatura, indicó que el pronunciamiento del tribunal atenta contra la figura biológica de las personas y permite que aquellos que no se sientan a gusto con su género, cambien de nombre con total libertad.
«De nuevo surge una amenaza a las figuras biológicas de hombre y mujer para dar paso a una naturaleza relativa que cambia según el antojo de quienes promueven una corriente ideológica que atenta contra las bases mismas de la sociedad. Somos respetuosos de las orientaciones y decisiones de cada persona, pero nos preocupa el alcance de esta corriente de pensamiento y su imposición dentro de las instituciones, particularmente dentro de la familia y el matrimonio», expresó Prendas.
No obstante, el legislador celebró que el tribunal manifestará que no es de su competencia autorizar o celebrar matrimonios entre personas del mismo sexo. Para que esto sea posible, tendría que derogarse el artículo 14.6 del Código de Familia.
Por su parte, el Partido Unidad Social Cristiana también lamenta y rechaza la decisión del TSE. Los socialcristianos consideran que el fallo da paso a una serie de interrogantes y variables a considerar porque el alcance de ésta decisión es muy amplio.
Según Erwen Masis, jefe de fracción de la bancada rojiazul, esto «genera incertidumbre a nivel jurídico, electoral, incluso para ámbitos donde se ha impulsado una lucha por la paridad de género y las nuevas generaciones».
Además, para evitar efectos estigmatizantes, se procederá a eliminar la indicación del sexo de nacimiento en todas las cédulas de identidad.