La cultura de reciclaje se encuentra en franco crecimiento en Costa Rica, sin embargo, las cifras aún no son realmente alentadoras, ya que de las 4.000 toneladas de residuos que se generan a diario, solamente se reciclan 264, lo que equivale a un 6,6%.
Los datos, suministrados por el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal (IFAM) también indican que 1.000 de esas toneladas producidas por día, terminan en los ríos, lotes baldíos y vías. Es por esto, que el país tiene como meta para este año recuperar el 8% de los materiales valorizables y para el 2021 alcanzar el 15%.
Ante este panorama, unos de los materiales más comunes a los que se les pude dar un tratamiento integral, es el aluminio; el cual puede ser reciclado infinidad de veces sin perder sus propiedades y se puede encontrar comúnmente en recipientes como las latas de atún.
“Las latas de atún son parte fundamental de nuestro giro de negocio, ya que por medio de ellas podemos llevar a nuestros clientes toda la nutrición y sabor de nuestros atunes, por lo que invitamos a todos los costarricenses a que adopten el hábito del reciclaje, para contribuir a que este importante material continúe su vida útil a lo largo del tiempo”, comentó María Alvarado, gerente de mercadeo de Alimentos Calvo.
Un dato fundamental sobre el tratamiento integral del aluminio es que, gracias al reciclaje, el 75% de la producción total de este material a lo largo de los años aún se encuentra vigente entre nosotros. Asimismo, al reciclarlo se ahorra el 95% de la energía que se requiere para su fabricación inicial.
Dentro de las bondades de las latas de atún para reciclaje, destaca su practicidad a la hora de lavarlo para poder entregarlas en el centro de acopio o en el servicio de recolección selectiva de los residuos, ya que, con un simple aseo puede ser incluido dentro de los objetos de tratamiento.
Más allá del reciclaje
Además del tratamiento para el reciclaje tradicional, que es de suma importancia para el ambiente, Alimentos Calvo insta a las personas a que puedan darles otros usos a las latas de atún, por ejemplo, utilizarlas como base para desarrollar proyectos de manualidades.
Una de las opciones más habituales es la elaboración de maceteros, ya que embellecen cualquier rincón del hogar y brinda esa calidez que solo la naturaleza puede dar, también se pude optar por joyeros, portavelas, elementos decorativos o centros de mesa.
Para los maceteros, las personas pueden dejar las latas con su color natural o decorarlas con múltiples elementos, como: pinturas, cuerda, mosaico o piedras de colores; para luego sembrarles cactus, suculentas o cualquier tipo de planta que sea de su gusto. Mientras que, para los portavelas, lo ideal es darle un toque personas a las latas, ya sea con agujeros para que se creen efectos de luz y sombra, o si se tienen conocimientos más avanzados se puede rellenar con cera y colocar la mecha.
Elementos decorativos como móviles, portarretratos y relojes, también se pueden hacer con latas de atún, solo se debe dejar volar la imaginación y escoger el proyecto con el que más se identifiquen.