Redacción- Costa Rica recibe, en beneficios, hasta cinco veces más de lo que invierte en las exoneraciones concedidas a las empresas bajo el Régimen de Zonas Francas, convirtiéndolo en un régimen socialmente rentable y un motor económico clave para el país.
Cada dólar incentivo es devuelto al país con un retorno de hasta US$6,2, como ha sido demostrado en sucesivos informes de la Promotora de Comercio Exterior (PROCOMER), el Ministerio de Comercio Exterior (COMEX) y la Coalición de Iniciativas de Desarrollo (CINDE).
Esos US$6,2 benefician al país de diversas maneras, iniciando por el proceso mismo de exportaciones de bienes y servicios desde las empresas amparadas al régimen. Igualmente, ese monto expresa el retorno de inversión por la generación de mano de obra, la contribución del régimen a la Seguridad Social del país (superior al gasto de los siete hospitales regionales), los beneficios económicos generados por los encadenamientos productivos en los que empresas locales trabajan con aquellas en zonas francas, y la transferencia de conocimiento y tecnología de la cual igualmente se beneficia Costa Rica.
Las zonas francas generan un beneficio neto que representa el 6% del Producto Interno Bruto (PIB en dólares corrientes). Las exportaciones de Costa Rica desde el Régimen de Zonas Francas sumaron US$5.124,4 millones en 2017, lo que representó el 48,2% del valor total de exportaciones de bienes del país, creciendo a una tasa promedio anual del 9% en los últimos cinco años.
La Asociación de Empresas de Zonas Francas de Costa Rica (AZOFRAS) confía en que se mantenga la respuesta clara y oportuna dada en febrero pasado por el entonces candidato del PAC y hoy Presidente de la República, señor Carlos Alvarado, quien se mostró favorable en garantizar la seguridad jurídica y la imagen de país interesado en promover la expansión de empresas existentes y la atracción de otras nuevas al amparo del Régimen de Zonas Francas.
Los representantes de las empresas de zona franca, reiteran que sus beneficios para el país son enormes, por lo que los planes de recaudación fiscal no deben ir en menoscabo de la competitividad externa de Costa Rica.
El Régimen ha tenido un crecimiento continuo en los últimos cinco años, con más de 340 empresas amparadas a él, sobre todo en el sector de Servicios (53%), con una generación de empleo directo de 93.496 puestos de trabajo -reportados en 2016- que se ha mantenido creciente en un 7% anual desde 2012. El Régimen genera también 47.958 puestos de trabajo indirectos, y beneficia a un 41% de mano de obra femenina.
El salario promedio por trabajador pagado en zonas franca es 1,8 veces mayor que el salario promedio nacional pagado por el sector privado de Costa Rica. Los salarios promedio en zona franca han crecido a una tasa del 7% durante los últimos años.
El nivel de productividad de los trabajadores del régimen muestra que el valor agregado real por trabajador dentro de él, para el caso de la industria manufacturera, muestra un crecimiento anual de 8,1% en el periodo 2000-2015, dato muy superior al que se presenta fuera del régimen que, en el mismo periodo, fue de un 1%.
El gasto nacional en compra de bienes y servicios, que refleja el encadenamiento productivo entre las empresas amparadas al Régimen de Zonas Francas y suplidores nacionales, superó en 2016 los US$1.660 millones, lo que representa el 38% de las compras que realizan las empresas de zona franca incluyendo importaciones. Se estima que más de 10 mil empresas nacionales se ven beneficiadas con estos encadenamientos productivos.
Todo ello deja en claro la relevancia que reviste para Costa Rica una adecuada estabilidad y segurdad jurídica, que promueva un clima de inversión seguro para la operación de estas empresas y el desarrollo de este pujante sector.