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Agricultores de Cartago redujeron un 55% el uso de plaguicidas con tecnología

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Santiago Vega Víquez, agricultor de la zona norte de Cartago, utilizó los sensores “Watermark” y “WaterScout SM 100”, en su cultivo de cebolla y los resultados han sido positivos. Foto Ruth Garita/OCM.

Redacción- De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), los agricultores de la Zona Norte de Cartago tienen un bajo índice de producción. Eso está vinculado principalmente a factores climáticos, como lo es el agua.

Ante ello, el Tecnológico de Costa Rica (TEC) y el MAG buscan cambiar este panorama y convertir a la agricultura de la zona en un área más competitiva tanto en precios como en producción.

Para tal fin, el Ing. Adrián Chavarría Vidal, investigador de la Escuela de Ingeniería Agrícola junto con el Ing. Jairo González Zúñiga, director de la Oficina Regional del MAG, ubicada en Tierra Blanca, Cartago, se dieron a la tarea de poner en práctica el manejo eficiente del agua, por medio de una tecnología, en un cultivo de cebolla.

Este manejo, lo hacen con dos sensores: el “Watermark” que mide la succión de agua en el suelo y el “WaterScout SM 100”, que estima el contenido de humedad volumétrica que existe.

Estos instrumentos se están utilizando específicamente, en un cultivo de cebolla de 1460 m2, en Tierra Blanca de Cartago, cuyo propietario es Santiago Vega Víquez, quien tiene aproximadamente 12 años de sembrar.

¿Cómo funcionan?

Primeramente, el “Watermark” y el “WaterScout SM 100” se saturan con agua, al menos 24 horas antes de su instalación, luego se llevan al campo donde se realiza un orificio en el suelo y se instalan dentro del suelo de manera que tengan un buen contacto.

Para comenzar a medir con el sensor “Watermark” se debe dejar pasar de ocho a 12 horas, para que se estabilice con el suelo. Lo que mide es la succión que ejerce el suelo sobre el agua y de esta manera, es retenida. Pero, además, representa la succión que tiene que ejercer la planta, para absorber el agua.

Con respecto al sensor “WaterScout SM 100”, el procedimiento es semejante para la instalación, pero su medida corresponde, al porcentaje de humedad volumétrica que hay en el suelo; es decir informa sobre la cantidad de agua que existe.

Estos sensores quedan introducidos durante todo el periodo del cultivo, permitiendo así, que todos los días se puedan realizar mediciones a diferentes horas del día, de la humedad y de la succión de agua en el suelo; no obstante, en cultivos de periodo corto, estos sensores pueden servir para varias cosechas. Cabe destacar que no solo se pueden utilizar en cultivos de cebolla, sino también en papa, zanahoria, entre otros.

Para hacer la lectura de estos dos sensores, se utiliza el Watermark Electronic Meter, el cual es un dispositivo que funciona con una pila recargable, la cual activa los sensores que están en equilibrio con el suelo, por medio de electricidad.

«Gracias a estos instrumentos, los agricultores pueden tomar mejores decisiones en la programación del riego, en cuándo y cuánto aplicar; ya que el exceso de agua y la falta de esta es dañino para los cultivos. Normalmente, el daño se ve expresado en la caída de la producción, entre otras cosas”, Ing. Adrián Chavarría, Escuela de Ingeniería Agrícola.

Entre los cambios están:

  • Cambios en las densidades de siembra
  • Modificación del tamaño de las eras.
  • Aplicación de mulch que es un acolchado utilizado en la agricultur, es la cubierta protectora que se extiende sobre el suelo.
  • Instalación de un sistema de riego por goteo, con su equipo de fertirriego.
  • Modificación de las cantidades nutricionales que se acostumbraba normalmente a aplicar en la zona, para cubrir las necesidades de cada planta, según la producción esperada.
  • Establecimiento de un nuevo programa de nutrición vegetal.
  • Aplicación de microorganismos para ejercer un control biológico de plagas y enfermedades aplicados por medio del equipo de riego.
  • Aplicación de abonos orgánicos y de fertilizantes inorgánicos, por medio del sistema de riego.
  • Utilización de productos que no afecte las abejas, para aquellas plagas que atacan el follaje.

“De estas innovaciones, las que consisten en prácticas de cultivo  realizadas por los agricultores tienen un ciclo de control semanal”, destacó Chavarría Vidal.

“Lo que queremos es demostrar a los productores agrícolas, que la tecnología de bajo costo (a mediano plazo) aplicada en la agricultura sí es posible y muy funcional, de tal forma que impacte positivamente la zona norte de Cartago y que ocurra una  extensión a todo el país, respecto a la agricultura de precisión,  procurando de esta manera, la estabilidad económica y sostenibilidad de los agricultores», concluyó el ingeniero Chavarría. Información proporcionada por el TEC

 

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