Redacción- Los linfomas son un tipo heterogéneo, diverso y amplio de cáncer que afecta, mayormente, al sistema linfático, el cual se encarga de defender al organismo contra agentes externos. Sin embargo, es común que se vean afectados otros órganos.
Existen dos clasificaciones de los linfomas. La primera corresponde a los no Hodgkin, los cuales se catalogan de acuerdo con el tipo de célula (T o B). Alrededor del 80% de los LNH son de células B grandes, incluidos los foliculares; en Costa Rica la incidencia de este linfoma es de 6,6 por cada 100.000 habitantes (368 casos nuevos por año).
La segunda clasificación corresponde al linfoma de Hodgkin, el cual es uno de los tumores más curables. Por lo general, se diagnostica cuando la persona tiene entre 20 y 40 años de edad.
Según datos de la Sociedad Americana contra el Cáncer, alrededor de 385.000 personas se diagnostican con linfoma no Hodgkin anualmente, a nivel global. De ellas, cerca de 84.700 corresponden a linfomas foliculares.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 450.000 casos de linfomas se detectan al año, a nivel global.
Los linfomas foliculares representan cerca del 22% de los no Hodgkin, los cuales tienden a ser crónicos, presentan recaídas y remisiones (disminución o desaparición de síntomas) y para la mayoría de los pacientes es incurable.
“Los linfomas foliculares son más comunes en el género masculino, en edades superiores a los 60 años de edad, y en quienes presentan deficiencias en el sistema inmunológico, o bien, han estado expuestos a sustancias químicas, entre otros factores”, señaló la doctora Alejandra López, gerente médico de hematología de Roche Centroamérica y Caribe (CAC).
Preste atención a los síntomas
Inicialmente, pueden confundirse con los de otras enfermedades, pero si persisten por más de dos semanas, se debe consultar al médico:
- Aumento de volumen constante e indoloro de ganglios en cuello, ingles y axilas.
- Fatiga inexplicable.
- Fiebre sin causa aparente.
- Sudoraciones excesivas, principalmente de noche.
- Pérdida de peso inexplicable.
- Disminución del apetito.
Fuente de información: Roche, 2018