Fotografía con fines ilustrativos

Redacción- Cuando se asocia tecnología con la persona adulta mayor, algunos piensan inmediatamente en «complejidad», «adaptación» o incluso,  «distanciamiento».

Y es este precisamente, el principal mito que existe con respecto a la manera en que los adultos mayores se desenvuelven frente a la tecnología.

Si bien es cierto, estos viven una realidad distinta a la de un joven o niño que ha nacido en una era tecnológica, que dicho sea de paso, avanza y evoluciona con gran rapidez, esta situación no implica que no tengan la capacidad para entender el funcionamiento de esta rama.

El Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), órgano rector en materia de envejecimiento y vejez en Costa Rica y encargado de garantizar el mejoramiento de la calidad de vida de esta población, ha trabajado, en conjunto con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Miccitt) desde el 2016, en un proyecto que busca insertar y educar a la persona mayor en esta área.

Este proyecto ha permitido hacer entrega de instrumentos tecnológicos como tablets y computadoras, a diferentes centros y asociaciones para personas adultas mayores, debidamente establecidas y con los permisos requeridos para su operación.

Actualmente, se han dotado de estos artefactos a alrededor de 30 centros en todo el país, usualmente se colocan 6 computadoras en cada lugar y algunas de estas, incluso, poseen características que se adaptan a las capacidades especiales que puedan tener los adultos.

A través de este programa, el Conapam busca derribar mitos y estereotipos que existen en la sociedad costarricense entorno a la manera en que los adultos mayores interactuán con la tecnología.

Según Teresita Aguilar, presidente del Conapam, hay muchos mitos que se reproducen dentro de la población que no son ciertos. Por ejemplo, el hecho de que se piense que un adulto «no puede aprender», o que «no es capaz de tocar un teclado».

«Eso no es cierto, tenemos un caso muy característico en uno de los lugares, en Quebrada Ganado, Puntarenas, en donde un señor no sabe ni leer ni escribir y ya maneja la computadora. No se cuántos casos habrán, pero ese es un ejemplo lindo», expresó Aguilar.

Sin embargo, sí existe un miedo dentro de la población, asegura Aguilar. Hay adultos que se resisten al cambio, a insertarse al mundo tecnológico y ese, es un aspecto en el que la entidad trabaja diariamente, con el propósito de empoderarlos.

Otro de los problemas que enfrenta esta población es el maltrato o rechazo por parte de quienes les rodean, incluso de sus mismas familias; pues en ocasiones, estas se encuentran tan inmersas en el mundo tecnológico que se olvidan de brindarles la atención, el cariño y respeto que merecen.

«Yo tengo una anécdota. Una señora llorando me dijo, ‘es que mis nietos no me quieren, ya mi hija no me quiere hablar, solo con el teléfono todos’, y lloraba amargamente», contó Aguilar.

En otros casos, son maltratados, física y psicológicamente por que sus parientes o las personas con las que conviven, no tienen la paciencia requerida para guiarlos en el manejo de herramientas tecnológicas.

La soledad en la que viven muchos adultos mayores es alarmante. Según Aguilar, dentro de sus mismos hogares, son irrespetados, son maltratados, abandonados, despojados de sus bienes e incluso, excluidos de su propio circulo familiar.

Preparación académica en área tecnológica

Una de las instituciones educativas que se ha dedicado a brindar apoyo educativo a la población adulta mayor en el área de la ciencia y tecnología, es el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).

Mediante el Proyecto Educativo para la Persona Adulta Mayor, el centro universitario busca promover el envejecimiento activo, ante el aumento exponencial de la población adulta mayor en el país y en el mundo, así como sensibilizar a las diferentes generaciones en esta temática.

A través de cursos de computación y de uso efectivo de dispositivos tecnológicos, la institución busca que las personas adultas mayores conozcan y pongan en práctica  las funcionalidades de las distintas herramientas  de software y comunicación utilizadas en la actualidad.

Los adultos aprenden desde cómo encender una computadora, hasta la creación de documentos de texto y presentaciones, redes sociales, acceso a internet, correo electrónico,  almacenamiento de información en la nube, búsquedas virtuales, aplicaciones varias, entre otros.

Adriana Solano Álfaro, una de las coordinadoras del Proyecto (TEC), concuerda en que en el país existen muchos mitos y estereotipos sobre el desenvolvimiento de la persona adulta mayor frente a la tecnológica.

«Existen muchos mitos y estereotipos en ese sentido, sin embargo, cada vez más las personas adultas mayores se encuentran más empoderadas y tienen una actitud positiva hacia la adaptación al cambio, esto significa personas más autónomas e independientes», comentó Álfaro.

Ante las circunstancias que enfrenta esta población, Álfaro considera que la preparación de la persona adulta mayor en esta área es de suma importancia para lograr disminuir la desigualdad que se presenta en el acceso y uso de la tecnología y principalmente en la falta de oportunidades laborales para este colectivo.

Afirma, que en este sentido, se eliminan prejuicios, los adultos son personas más productivas que pueden ampliar sus redes de contactos, reforzar su autoestima, emprender nuevos proyectos y optar por nuevas oportunidades de trabajo.

En Costa Rica hay cerca de 520 mil personas adultas mayores, lo que representan el 10% de la población del país. De acuerdo con proyecciones del INEC, se espera que esta población aumente a más del doble en el año 2050.