Redacción – La ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, manifestó que el sistema costarricense ya no soporta más situación fiscal, esto debido a una serie de puntos que comprueban esto ante la ausencia de la ley para fortalecer la Hacienda Pública, es decir el 20.580, que permita abrir el camino para empezar a resolver la crisis.
Argumentos de Hacienda:
- Los resultados de ingresos y gastos del gobierno central al mes de setiembre.
- Los escasos recursos para atender las prioridades del Estado.
- El anuncio de la próxima revisión de calificación de riesgo país.
- El índice de pobreza dado a conocer la semana anterior.
- El aumento en la morosidad del sistema financiero.
Déficit aumenta
Al finalizar el tercer trimestre de este 2018, el déficit financiero del gobierno central alcanzó el 4,5% del Producto Interno Bruto (PIB) y el déficit primario 1,9% del PIB; un 0,3% más que en el 2017.
Este resultado mantiene la tendencia que se observa desde julio, cuando se alcanzó el mayor déficit financiero de los últimos cinco años.
Dicho comportamiento es el reflejo tanto de una caída en los ingresos como de un aumento del gasto, tal y como se observa en el siguiente cuadro:
Como se puede ver en este mismo cuadro, otro rubro que mostró un aumento importante fue el pago de intereses, que pasó de 2,4 % del PIB, en setiembre 2017, a 2,6% del PIB a igual mes del 2018.
Aunque con una tasa de crecimiento menor a la registrada en 2017, el crecimiento de los gastos corrientes (principal componente de los gastos totales) alcanzó 7,3%. Esto a pesar de las acciones que sigue realizando el Gobierno para contener el gasto.
Este aumento equivale a unos ¢317,675 millones y se explica, sobre todo, por el incremento de 7,9% -¢143,364 millones, aproximadamente- en las transferencias; cifra que representa el 45,1% de ese incremento. También, los intereses aumentaron 13,2% y las remuneraciones 4,4%.
Por el contrario, el ingreso corriente del Gobierno Central acumulado a setiembre, registró su menor crecimiento desde los últimos cinco años, como se puede ver en este gráfico:
Al cerrar el tercer trimestre del año, los ingresos tributarios mostraron un crecimiento leve pero, aún así, su ritmo es mucho más lento que el del 2017.
Esto como resultado de:
- La disminución en la importación de vehículos, que afecta el impuesto selectivo de consumo.
- Un menor aumento en la recaudación del impuesto sobre las ventas.
- La continua desconexión entre crecimiento económico y recaudación de impuestos.
“Frente al panorama que enfrentamos hoy, tengo la confianza en que los diferentes actores que deben participar en lo que sigue del proceso para contar con la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, tengan clara la trascendencia de aprobar esta reforma y evitar que el país entre de inmediato en una crisis que nos costaría muchos años revertir”, enfatizó Aguilar.