Redacción- Ropa nueva y usada, electrodomésticos, herramientas, televisores, alimentos y cosméticos, forman parte de las más de 13 toneladas de mercancía que fue retenida en el último trimestre de este año por autoridades aduaneras, debido a que no fue debidamente declarada a su ingreso al país.

Estas acciones forman parte de los operativos que realiza la Dirección de Fiscalización de Aduanas y se realizaron en diferentes almacenes fiscales del país.

La mercancía retenida corresponde, en su mayoría, a envíos de costarricenses que residen en Estados Unidos para sus familiares, lo que se constató en la rotulación de los paquetes a nombre de personas físicas con su respectiva dirección.

Sin embargo, para facilitar su ingreso al país, los responsables de su importación las declararon a nombre de sociedades jurídicas con descripciones generales y simulando que pertenecen a empresas comerciales de diversa índole. Esto, con el objetivo de declarar la cantidad y tipo de mercancía que más les convenía para pagar menos impuestos.

“Los costarricense que residen en el exterior deben verificar que la empresa que contraten para sus envíos a Costa Rica remitan los paquetes o bultos por medio de “consolidadores de carga” debidamente registrados en la Dirección General de Aduanas.

Este registro está disponible en la página web de Hacienda. También es importante que soliciten a la empresa contratada para el envío, que las mercancías se consignen a nombre de la persona que lo recibirá en el país”, advirtió Wilson Céspedes, director general de Aduanas.

El funcionario también aclaró que al momento de la importación, interesa la identificación de las mercancías y su valor según consta en la factura comercial, por lo recomendó no enviar las mercancías con empresas que promocionan sus servicios por medio de una tarifa por el “peso” del bulto o las “dimensiones de las cajas”, debido a que esto es un indicio claro de que la gestión ante Aduanas no es la correcta, y que el envío correrá el riesgo de no llegar a su destinatario final.

Las toneladas de mercancías retenidas se encuentran a disposición de la Aduana Santamaría, a la espera de que los interesados presenten la debida justificación para su retiro.

En caso contrario, cumplido el plazo de ley, los bultos sobrantes caerán en abandono a favor del Fisco y se procederá a su remate o destrucción, según corresponda.