Redacción- Una joven narró en sus redes sociales el cambió que le dio a un perro que se encontraba en total abandono. El perro cuando fue encontrado tenía en su boca más de 300 espinas de puerco espín.
La historia es realmente un ejemplo de amor y de eliminar esa idea de que los perros de raza Standford son agresivos.
La joven manifiesta en su publicación que no se trata de la raza, sino del dueño, la educación, la salud física y mental del animal.
«Nunca había contado así la historia, ni mucho menos publicado las fotos, pero hoy es un día importante y quiero compartirlas, para que quién desee conozca la historia de mi gorda.
Hoy hace un año salí del trabajo y me dirigía a mi casa como todos los días, solo que esta vez en una calle super angosta y fea me topé con una standford llena hasta la garganta (literalmente) de espinas de puerco spin, restregandose en el pavimento para intentar quitarse toda esa molestia», destacó en la publicación.
La joven manifestó que la gente no hacía más que girar levemente el carro para no golpearla.
«¿Como pueden ver algo así y simplemente no hacer nada? Inmediatamente metí mi carro a un charral y me bajé, un mecate tirado entre el zacate fue su correa ese día y como si supiera que de ayudarla se trataba se subió prácticamente sola al carro.
El tramo más largo de toda mi vida, era desesperante ir sola con ella raspando las espinas en el asiento, sin entender que haciendo eso solo se iba a provocar más daño», manifestó en la publicación.
La joven añadió que el animal tenía más de 300 espinas y que no le costó volver a comer. El perro tenía reliquia, anemia y desnutrición. También comentó que sufría porque no sabía si podía tenerla debido a que tenía varios animales y sus padres no le daban autorización, sin embargo, ganó el amor y ahora vive con ella.
«NO ES LA RAZA… es el dueño, es la educación, es la salud física y mental del animal, dejemos de satanizar razas, ellos solo nacen para traernos alegría a la vida», manifestó.
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