Redacción-Este nuevo curso lectivo, cuando los estudiantes de las escuelas Jesús Jiménez Zamora y Ascensión Esquivel Ibarra regresen a clases, se encontrarán con su escuela remozada.
Atrás quedará el ruido, el polvo y el transitar de los trabajadores que después de muchos meses lograron restaurar los antiguos edificios donde por muchas décadas adquirieron sus primeros conocimientos académicos los cartagineses.
Ambas escuelas fueron construidas en la misma época y están separadas por pocos metros en el centro de Cartago. Hoy, por las céntricas calles que las rodean, circulan una gran cantidad de vehículos -incluso pesados- y muchos apresurados transeúntes mientras los semáforos les regulan el paso. No obstante, al detallar su sobria arquitectura, es inevitable pensarlas inmersas en lo que debió ser la quietud de la ciudad cartaginesa de la década de 1930, cuando estaban recién construidas.
Las obras de restauración en ambos edificios se realizan con presupuesto del Ministerio de Educación Pública y cuentan con la supervisión y acompañamiento del Centro de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud. Según la empresa constructora contratada, estarán listas en febrero próximo.
“Las mejoras en la infraestructura de estas antiguas escuelas, no solo son necesarias para preservar nuestro patrimonio construido, sino que impactan positivamente en los procesos de aprendizaje. ¿A quién no le gustaría estudiar o trabajar en una escuela tan linda como estas?, expresó Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural.
La Escuela Jesús Jiménez Zamora es una construcción de cemento armado de 1936 cuyo diseño y supervisión fueron realizados por José María Barrantes, uno de los más destacados arquitectos de la primera mitad del siglo XX. En estos días el inmueble patrimonial está siendo intervenido con el fin de restaurarlo y realzar su antiguo encanto.
Según su declaratoria como patrimonio histórico-arquitectónico, dada en 1990 mediante el decreto Nº 19698-C, la escuela “conforma parte del centro histórico de la ciudad de Cartago y juega un papel muy importante en el contexto urbano de dicha ciudad”.
A unas cuantas calles de este edificio, la Escuela Ascensión Esquivel Ibarra, también está por finalizar su total restauración. Las obras se encuentran muy avanzadas; ya se restauraron los pisos de mosaico de los pasillos y los de madera de las aulas; así como puertas, ventanas y cielos de madera; paredes, canoas y techos, y se pintó toda la parte externa.
El sistema eléctrico ahora cumple con el código vigente y se instaló un sistema de alarma contra incendios en las aulas y cámaras de seguridad en los pasillos. También se techó el patio central con una cubierta de policarbonato para que los estudiantes puedan aprovecharlo en época de lluvia.
En este momento se trabaja en el salón de actos, principalmente en la restauración de sus pisos de mosaico que estaban muy dañados con múltiples agujeros. Asimismo, se trabaja en las puertas y ventanas de madera y ya se restauraron las sillas que pronto volverán a su lugar.