Redacción- La pérdida de la audición es uno de los problemas de salud más comunes entre la población, es por esto que una temprana detección es la clave para poder tratarla y evitar mayores complicaciones a futuro.
Los especialistas son enfáticos en que la audición es parte fundamental en lo que respecta al desarrollo del lenguaje y habla de los seres humanos, es por esto piden a los padres de familia estar atentos a cualquier señal que de un pequeño de no escuchar bien.
“Los niños comienzan a aprender a comunicarse por medio del habla y el lenguaje en sus primeros seis meses, por esta razón es crucial para los niños tener una buena audición.
Las investigaciones demuestran que los bebés con problemas auditivos que tuvieron intervención temprana (antes de los seis meses de vida) tienen mejores habilidades comunicativas que aquellos que no la realizan”, explicó la psicopedagoga, Delia Solís.
Algunas de las principales señales que permiten detectar problemas de audición en los niños son: subir el volumen a los dispositivos electrónicos en casa, cuando parece que no ponen atención a las indicaciones, habla más fuerte de lo normal, cuando pide que le repitan las cosas, entre otras.
Durante la infancia y sobre todo después de vacaciones, es común que los niños sufran de episodios de otitis o inflamación del oído medio, muchas veces después de exponerse a horas en actividades recreativas en piscinas, ríos o el mar. La acumulación excesiva de cerumen es otro problema recurrente en niños de edad preescolar y escolar. Estos problemas pueden producir descenso temporal de la capacidad auditiva, e influir en el desempeño escolar.
“La realización de audiometrías de tamizaje auditivo ayuda a prevenir los efectos adversos de la pérdida audición temporal, lo cual garantiza la mejora en la capacidad de escucha de los niños en clase y evita que un problema auditivo agudo pueda afectar su capacidad de aprendizaje”, dijo el audiologo de Clínicas Audición, Juan Olmo.
La mayoría de estos problemas son reversibles con tratamiento, y de intervención inmediata.
Existen también problemas auditivos congénitos, algunos pueden ser visibles desde el nacimiento como una malformación o existen otros que son producto de trastornos genéticos o infecciones que la madre le trasmite al bebé en el útero, o infecciones que adquiere el bebe después de nacido.
“El audiólogo es el profesional capacitado para realizar las pruebas de audición y determinar de esta forma que parte del oído es el que se está viendo afectado, por eso es necesario su intervención para complementar junto con un médico un diagnóstico correcto”, agregó el especialista Olmo.
Las condiciones acústicas de las aulas afectan el desempeño de los educadores y los alumnos
La gran mayoría de las instituciones educativas en Costa Rica no cuentan con condiciones acústicas favorables para el proceso de enseñanza. Las escuelas se encuentran en áreas de alto tránsito vehicular, en la cercanía de paradas de autobuses, o no tienen una ubicación que provea de una insonorización adecuada, garante de un nivel acústico en el aula que permita a los estudiantes escuchar sin ruido de fondo excesivo.
Estudios nacionales e internacionales confirman que el nivel de ruido en las escuelas y en las aulas afecta tanto a educadores como alumnos. En el caso de los educadores, produce molestias como irritabilidad, cansancio, insomnio y disfonía, con respecto a los alumnos, el ruido en el aula interfiere en su capacidad de concentración, lo cual impacta directamente en el aprovechamiento educativo.
“Se recomienda por tanto, elegir centros educativos que garanticen niveles de ruido en el aula que no superen los 40 o 50 decibeles de ruido dentro de la clase, de esta manera, la voz del educador será audible claramente para los alumnos”, agregó Olmo.