Redacción- Si el frío de las montañas de Oreamuno de Cartago despierta el apetito de quienes visitan las instalaciones del Sanatorio Carlos Durán, ya podrán almorzar, tomar café y comer bocadillos en el edificio que fuera comedor y cocina del antiguo hospital.
“La Cafetería” abre sus puertas de martes a domingo, de 8 a.m. a 4 p.m. Su propietario, la Unión de Pequeños Productores Agropecuarios Costarricenses (Upanacional), logró poner a funcionar este negocio después de la restauración que realizó allí el Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural en 2017.
El área de 507 metros cuadrados que fuera el antiguo comedor y cocina del hospital, fue restaurada con presupuesto de esta instancia del Ministerio de Cultura y Juventud, al ser el proyecto ganador del Certamen Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico-Arquitectónico. La inversión fue de 108 millones de colones.
“Los edificios patrimoniales tienen una serie de valores que les dan relevancia: el estilo arquitectónico y los materiales en que está hecho; cómo es y funciona su espacio y para qué es utilizado. En este caso específico, el espacio se concibió originalmente como comedor, uso muy similar al actual, que es de cafetería, por lo tanto, se está recuperando un uso afín al original”, apuntó Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural.
Sobre la relevancia de dar uso a los edificios patrimoniales Meléndez apuntó que si caen en el abandono se acelera su deterioro, y si, por el contrario, se les da un uso responsable y acorde con su concepción, esto ayuda a que se conserven. “Además, como es en este caso, si su uso aporta un ingreso económico, los ingresos contribuyen a que se puedan mantener y restaurar otras áreas”, destacó Meléndez.
Según Jorge Mario Hidalgo, miembro del Comité Ejecutivo de Upanacional, abrir el negocio fue una decisión que tomó este sindicato por mayoría. Ellos son los administradores y se encargaron de amueblar y acondicionar el espacio para recibir a los comensales. Hidalgo calculó que, por semana, pueden visitar el Sanatorio entre 700 y 1500 personas, dependiendo de la época.
“Queremos tener una primera experiencia como organización de manejar el negocio. Tenemos la visita de gente de todos los niveles socioeconómicos del país que van a pasear y llegan en horarios diferentes. Mucha gente pregunta si no hay un cafecito, un almuercito o un desayuno; y esto le ofrece la posibilidad a los visitantes de tener una cafetería que pueda servir un plato del día y ofrecer un excelente café”, comentó el sindicalista.
Upanacional espera que, cuando “La Cafetería” genere ganancias -pues ahora están tratando de recuperar la inversión-, esas ganancias se irán invirtiendo en el mantenimiento del Sanatorio.
Tiempo al tiempo, ojo avisor a la administración.
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