- 62 escuelas han cerrado entre el 2011-2018 por falta de matrícula
- Gasto en salud por aumento en envejecimiento se disparará en un 86%
Redacción- La Contraloría General de la República (CGR) emitió su último informe Impacto Fiscal del Cambio Demográfico: Retos para una Costa Rica que envejece, en el cual advierte de la importancia de tomar acciones tras el envejecimiento acelerado de la población costarricense.
Los datos que revela este último informe indican que la problemática se ha manifestado en la reducción de la matrícula en primaria, así como el cierre de distintos centros educativos.
Según la CGR, se ha cerrado un total de 62 centros educativos entre el 2011-2018. Además, la caída en la matrícula inicial de primaria tradicional en escuelas públicas pasó de 500 979 estudiantes en el año 2000 a 400 423 en 2017.
En el ámbito de salud y pensiones, se reporta un aumento considerable de enfermedades no transmisibles, dato optimista; sin embargo, también un incremento importante en la población en edad de jubilación.
Ante el aumento en las tasas de envejecimiento, la CGR prevé que el gasto de salud, específicamente en el área de hospitalización y consulta externa, se dispare. Se estima que aumente en al menos un 86% hacia el 2030 con respecto al 2016.
LEA TAMBIÉN: Empresarios: reactivación económica es la deuda de Carlos Alvarado al cumplir un año de electo
Un incremento del 263% en el área de pensiones por concepto de gasto, se presentaría para el año 2030. Asimismo, las pensiones aumentarían en un lapso de 12 años de un 1,5% del PIB, a un rango del 2,5 o 2,7.
Según indicó la gerente del Área de Servicios de Administración Financiera de la CGR, Julissa Saenz, estos datos muestran el impacto que tiene y tendrá el envejecimiento en la sostenibilidad financiera del país.
«Pese a las importantes afectaciones sobre la hacienda pública, el cambio demográfico no ha constituido un eje que guíe las políticas presupuestarias y fiscales, lo que ha impedido un abordaje integral de largo plazo en esa materia.
La Contraloría insiste en la necesidad de utilizar herramientas con un marco fiscal demográfico que permita integrar el efecto de los procesos demográficos en la política presupuestaria», indicó Saenz.