Foto: Fines Ilustrativos.
  • Intentó sobornarlo con dólares
  • No portaba casco ni licencia

Redacción – Un hombre fue condenado a tres años de prisión luego de aceptar que ofreció una dádiva a un oficial de la Policía de Tránsito de Santa Cruz y también agredir a un miembro de la Policía Municipal.

La Fiscalía de Probidad, Transparencia y Anticorrupción, sede Guanacaste, acusó al imputado, quien se sometió a un procedimiento especial abreviado.

Carlos Rodríguez Rivera se declaró culpable por los delitos de penalidad del corruptor en modalidad de cohecho propio y resistencia agravada, con lo que se le condenó a dos y un año de prisión, respectivamente, sin la necesidad de realizar un juicio.

Hechos

Los hechos ocurrieron el pasado 31 de enero, en la localidad de Brasilito, cuando este se desplazaba en motocicleta y un oficial de Tránsito y dos de la Policía Municipal lo abordaron al notar que no utilizaba casco.

Rodríguez no portaba licencia de conducir y la moto se encontraba sin placas y sin la revisión técnica vehicular, por lo que procedieron al decomiso, cuando entonces este le pidió al oficial que hicieran un arreglo y le ofreció entregarle un monto en dólares.


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Cuando el funcionario rechazó el ofrecimiento y se procedió a subir la moto a la patrulla, el imputado golpeó en la oreja derecha a uno de los policías municipales e inició un forcejeo, por lo que fue detenido y se le abrió la causa penal.

El Tribunal Penal de Hacienda del II Circuito Judicial de San José admitió el procedimiento especial el 19 de setiembre anterior y adecuó la pena a dos años de cárcel por las reglas del concurso material, asimismo, otorgó al acusado el beneficio de ejecución condicional de la pena por espacio de tres años.

Esto significa que, si en tres años, él comete un nuevo delito, deberá descontar en la cárcel la pena impuesta por el Tribunal.

1 COMENTARIO

  1. Así como castigan con cárcella mala conducta de esta persona al intentar sobornar a un oficial, también deben castigar con cárcel a los oficiales que aceptan las «mordidas» TENEMOS QUE SER PAREJOS para que las cosas cambien

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