Redacción- Con el objetivo de formar a una nueva generación de jóvenes y niños que sepan cómo convivir con la amenaza volcánica y cómo actuar ante una eventual erupción, es que nace el proyecto «Monte Olimpo».
Se trata de una iniciativa educativa desarrollada por la organización sin fines de lucro Volcanes sin Fronteras, la cual cuenta con la aprobación y el apoyo del Departamento de Ambiente del Ministerio de Educación Pública (MEP) y la Comisión Costarricense de Cooperación con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El proyecto capacitó a niños de entre 8 y 12 años, sobre diferentes aspectos del geoentorno costarricense. Con ejemplos prácticos y didácticos, expertos en la materia le han explicado a los menores, entre otras cosas, qué es un volcán, cuáles son sus beneficios y peligros y cómo actuar en caso de una erupción.
Al mismo tiempo, se les ha enseñado sobre cómo convivir con un volcán activo como los volcanes Rincón de la Vieja, Poás, Irazú y Turrialba.
«Con este proyecto buscamos que los mismos niños, a partir del aprendizaje constructivo que adquieren, eduquen en sus núcleos familiares, amigos y a otros niños de sus barrios obre la convivencia en zonas que pueden ser afectadas por la actividad volcánica”, explicó Gino González, vulcanólogo y Presidente de Volcanes sin Fronteras.
“Comúnmente, pensamos que los volcanes solo están en el centro del país, sin embargo, Costa Rica tiene volcanes en el mar, como lo es la Isla del Coco. Los volcanes son más que erupciones, son formadores de ecosistemas únicos, crean las condiciones propicias para desarrollar diferentes tipos de bosques, ambientes marinos profundos y someros, hasta organismos que viven en alta acidez y altas temperaturas, llamados extremófilos, esto y muchas cosas más han estado aprendiendo los niños y niñas de las escuelas participantes”, comentó Carolina Salas-Moya, investigadora en Biología de Volcanes sin Fronteras.
En esta primera etapa, Volcanes sin Fronteras ya trabajó con 200 niños de 14 escuelas aledañas a esos cuatro volcanes activos.
Ahora, en la segunda fase, la organización busca llevar las charlas educativas al resto de escuelas del país, crear un libro con conceptos básicos y aspectos de interés para los y las menores, además se pretende producir un video testimonial de la experiencia.
“Para continuar con este proyecto, buscamos alianzas tanto públicas como privadas para expandir nuestro proyecto a más escuelas, debido a que son alrededor de 500 centros educativos a nivel nacional los que pueden ser impactados por alguno de los peligros volcánicos”, explicó Roberto Santamaría, investigador en Vulcanología de Volcanes sin Fronteras.